Ehud Olmert, el primer ministro israelí, planteó ayer la posibilidad de que Israel pudiera hacer una “amplia paz” con sus vecinos árabes, incluyendo a los palestinos, “dentro de cinco años”.

Olmert, luchando por mantenerse políticamente a flote después de la guerra del Líbano, usó una serie de entrevistas antes del feriado de la Pascua judía para extender una positiva bienvenida a la cumbre de esta semana de la Liga Arabe en Riyad. La cumbre de Riyad buscó relanzar la iniciativa de Beirut de cinco años de antigüedad que prometía el reconocimiento panárabe de Israel a cambio de una solución de dos estados basado en la retirada a las fronteras de 1967. “Está emergiendo un bloque de estados que entiende que pueden haber estado equivocados pensando que Israel es el gran problema del mundo”, declaró al diario liberal Haaretz. El primer ministro sugirió que estaba listo para comenzar las “discusiones” con Arabia Saudita y asistir a la conferencia regional destinada a apoyar las conversaciones de paz entre los israelíes y los palestinos. Le dijo a Yedhiot Ahronot: “Estoy convencido de que hay una gran posibilidad de que, dentro de cinco años, Israel pueda llegar a alcanzar un arreglo total de paz con sus enemigos”. La publicación de las entrevistas fue posterior al recibimiento que le dio el jueves el Departamento de Estado de Estados Unidos a las conclusiones de Riyad como un “desarrollo positivo”. El vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo que Estados Unidos estaba alentando a la Liga Arabe “a usar esta iniciativa y relanzarla como una base para una diplomacia activa”. Pero Olmert también dejó en claro que Israel no acepta la idea de un retiro total a las fronteras de 1957 y que no cederá en el tema de los cuatro millones de palestinos y sus descendientes que huyeron o fueron obligados a abandonar sus hogares en 1948. En respuesta al pedido de la cumbre, Olmert le dijo al Jerusalem Post de centroderecha: “No aceptaré ningún tipo de responsabilidad por los refugiados. Punto final”, afirmó.