El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, propondrá a su colega venezolano, Hugo Chávez, un acuerdo sobre biocombustibles, pese a las críticas que el caribeño hizo al proyecto, también criticado por el cubano Fidel Castro. Así lo asegura un informe publicado ayer por el diario Folha de Sao Paulo, que afirma que Lula irá a la cumbre energética de Venezuela, del 16 y 17 de abril, con una actitud de “paz y amor”. Chávez, al igual que Castro, sostiene que la elaboración en gran escala de biocombustibles, impulsada por el presidente norteamericano, George W. Bush, hará que grandes superficies de cultivos sean sustraídas a la producción de alimentos.

Marco Aurelio García, principal asesor del presidente brasileño Luiz Lula da Silva, aseguró que los mandatarios de Cuba y Venezuela usan el etanol como “combustible ideológico”, en un intento por desacreditar las críticas de ambos al biocombustible. La afirmación de García constituyó la reacción más dura del gobierno brasileño frente a las reiteradas críticas que los presidentes caribeños realizaron en los últimos tiempos contra la producción de etanol, un proyecto que Brasil viene trabajando en profundidad y para el cual encontró en Estados Unidos un socio poderoso. Ante las críticas de Chávez y Castro al proyecto de producción de biocombustibles en gran escala, autoridades brasileñas se quejan de una “politización” del tema, dando a entender que las críticas venezolanas y cubanas se deben al enfrentamiento de esos gobiernos con el de Estados Unidos.

De todos modos, Marco Aurelio abrió una puerta a la negociación, al anunciar que Lula intentará convencer a Chávez para crear un “pacto positivo” sobre producción de biocombustibles en el continente, durante la cumbre energética de Sudamérica a celebrarse en Venezuela los días 16 y 17 de este mes. Tanto Chávez como Castro vienen criticando duramente el proyecto de utilizar alimentos como el maíz o la caña de azúcar para producir combustibles, porque entienden que generará más hambre en el mundo.

Castro, alejado del gobierno cubano desde hace casi nueve meses por problemas de salud, escribió sendos artículos en el diario oficial Granma para desacreditar la iniciativa, aunque en ambos casos intentó utilizar un tono amigable con Brasil, descargando el grueso de las críticas en Estados Unidos. En la nota titulada “La internacionalización del genocidio”, que Castro publicó esta semana, el líder cubano continuó su reflexión iniciada con la publicación de otro artículo en el mismo diario el 29 de marzo sobre la política que impulsa el presidente George W. Bush para producir biocombustibles. “Lo peor puede estar por venir: una nueva guerra para asegurar los suministros de gas y petróleo, que coloque a la especie humana al borde del holocausto total”, alertó Castro,

García hizo frente a esos ataques en las declaraciones que publicó ayer Folha de Sao Paulo. Según el asesor especial de la presidencia brasileña para política exterior, Lula intentará alcanzar un acuerdo con Chávez, con el argumento de que la producción de biocombustibles favorecerá el medio ambiente y generará empleos. Al mismo tiempo, defenderá la tesis de que en Latinoamérica la producción de biocombustibles y la de combustibles fósiles como el petróleo son perfectamente compatibles.

Brasil es líder mundial en la producción de biocombustibles, en tanto que Venezuela es el principal productor en el continente del combustible tradicional, y de esa actividad depende su economía.

Según Folha, el gobierno brasileño considera exageradas las críticas de Chávez y Fidel a la producción de etanol, y evalúa que se deben fundamentalmente al hecho de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, enemigo declarado de ambas naciones latinoamericanas, se haya asociado con Lula para promover la producción y consumo de ese biocombustible a nivel mundial.

“El gobierno brasileño confía en que Chávez será convencido, porque hasta hace poco tiempo era un entusiasta del alcohol combustible, etanol”, sostuvo el matutino. Esa evaluación se apoya en que pocos meses atrás el ente estatal venezolano Pdvsa firmó un acuerdo con la brasileña Petrobras para el suministro de etanol como combustible sustituto de la gasolina. El diario paulista recordó también que Chávez promovió recientemente un proyecto de cinco años para plantar cerca de 700 mil hectáreas con caña de azúcar para producir alcohol con apoyo técnico de Brasil y Cuba, y a que a principios de marzo Cuba y Venezuela anunciaron un acuerdo para construir once usinas de alcohol en Venezuela.

Por esos motivos, según García, el gobierno brasileño confía en que Lula podrá convencer a Chávez –cuando se reúnan este mes en Venezuela durante la cumbre energética– sobre las ventajas que presentan los biocombustibles en el aspecto ecológico. En ese sentido, apuntó que los biocombustibles reducen la emisión de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Lula también apelará a la cuestión social, ya que le explicará a Chávez que el proyecto asegura una importante cantidad de fuentes de trabajo.

García adelantó que Lula evitará cualquier enfrentamiento verbal con Chávez, ya que el gobierno brasileño “es positivo en relación con Venezuela, sea cual fuere el análisis que se haga del socialismo del siglo XXI (expresión acuñada por Chávez para englobar las reformas políticas que implantó al acceder a un nuevo mandato) o de su diplomacia”.