El anticastrista Luis Posada Carriles fue liberado ayer. A casi dos semanas del fallo de la Justicia estadounidense, el hombre acusado por Cuba y Venezuela de terrorista pagó 350 mil dólares de fianza y dejó la cárcel después de más de un año. Viajó directamente a Miami, a la casa de su esposa. Allí cumplirá su libertad condicional mientras dure el juicio por fraude migratorio y falso testimonio, que comenzará el próximo 11 de mayo en El Paso, Texas. En Cuba, las críticas no se hicieron esperar. “Estamos profundamente indignados, no esperábamos que lo soltaran porque tienen elementos suficientes para castigarlo por mentiroso y por terrorista. Están protegiendo al asesino de nuestros padres”, aseguró Camilo Rojo, del Comité de Familiares de las Víctimas del atentado contra un avión cubano en 1976.

La agencia de control de Inmigración y Aduanas estadounidense (ICE) había presentado un recurso contra la liberación de Posada Carriles, pero fue rechazado esta semana por la Corte de Apelaciones de Nueva Orleans. Ayer, la agencia recordó que la salida de la cárcel no significa que se haya anulado la orden de deportación, que todavía pesa sobre el anticastrista. “Tampoco significa que haya sido admitido en Estados Unidos y tampoco le da un estatuto legal en el país”, añadió el organismo.

El ex agente de la CIA tiene dos casos pendientes en Estados Unidos. El primero, que se sigue en los tribunales de Justicia, por fraude migratorio y falso testimonio al mentir en una solicitud de ciudadanía. Al entrar al país, Posada Carriles les dijo a las autoridades migratorias que ingresó ilegalmente por la frontera con México en 2005. Sin embargo, lo hizo, supuestamente, por barco. El segundo proceso, en los tribunales migratorios, se basa en el hecho de que entró ilegalmente a Estados Unidos. Por ello pende sobre él una orden de deportación. El problema es que, hasta el momento, ningún país se declaró dispuesto a recibirlo, excepto Venezuela, que exige su extradición. La jueza de El Paso, Kathleen Cardone, determinó que no entregarán a Posada Carriles a Caracas, ya que “su vida podría correr peligro en ese país”.

Pero todas las explicaciones no fueron suficientes para la isla. “Es una falta de respeto para todas las víctimas del terrorismo, no sólo en Cuba, sino del mundo”, aseguró Rojo, el hijo de uno de los trabajadores de la empresa área cubana que murió en el atentado de 1976, supuestamente pensado y orquestado por Posada Carriles. En este ataque, 76 personas murieron, entre ellos 57 cubanos. “Esperamos el apoyo internacional a la reacción que está teniendo Cuba. Vamos a protestar por esta decisión de proteger a un terrorista. El responsable es el gobierno de Bush”, denunció Rojo.

Mientras Venezuela y Cuba siguen pidiendo la extradición del anticastrista, el presidente de El Salvador, Antonio Saca, reiteró esta semana que no lo aceptará en su país. Posada Carriles tiene cuentas pendientes con la Justicia salvadoreña. Se le adjudican siete atentados con bombas en La Habana en 1997. En uno de ellos murieron dos salvadoreños. El veterano anticastrista de 79 años también debe explicaciones a la Justicia panameña, de donde se escapó en el año 2000. Esta fue la última de una serie de fugas que habían comenzado quince años antes en Venezuela, en donde Posada Carriles cumplía una condena por el atentado de 1976 contra el avión cubano, el mismo por el que hoy lo demanda Caracas.