En medio de un clima conflictivo, ayer se realizaron elecciones para renovar el Congreso y elegir a 42 diputados en Oaxaca. Según el Consejo General del Instituto Estatal Electoral de Oaxaca (IEEO), hubo quema de urnas e incidentes menores debido a reyertas partidarias en los comicios, de los que participaron cerca de 2,4 millones de habitantes. Mientras, en Baja California, estado fronterizo con EE.UU. el PRI aspiraba a ganar la gobernación, precisamente en donde empezó a perder hegemonía en los ochenta. En ambos casos se desconocen los resultados.

La Asamblea popular de los Pueblos de Oaxaca levantó la carpa que sostenía en el centro de la ciudad en un cese de la movilización que venía llevando adelante en las últimas semanas en las que más de una decena de pobladores fueron detenidos tras ser reprimidos. “La jornada de este domingo transcurrió sin incidentes mayores. Lo centros de votación abiertos representan un 99,87 por ciento del total”, señaló el director de IEEO, Othoniel Melchor Peralta Montor. Sin embargo, permanecieron cerrados 25 de los 4560 centros instalados y más de 8000 personas no pudieron emitir su sufragio, informó el diario Milenio. Según IEEO, 19 de las urnas no fueron instaladas por decisión de las comunidades y las seis restantes debido a incidentes que imposibilitaron el voto de casi 3000 personas.

En tanto, en el municipio de San Andrés de Teotilalpan, los pobladores no permitieron instalar dos centros de votación, mientras que en La Ventosa, un grupo de 70 personas del PRD, encabezados por Mosés Trujillo Ruiz, quemaron una urna, cuatro de cinco centros y la papelería electoral, informó el diario La Jornada. La quema desencadenó un enfrentamiento de los perredistas (izquierda) con militantes del Partido de la Revolución Institucional (PRI) que habrían lesionado a Miriam Trujillo Ruiz, hermana del dirigente del PRD. Por otra parte, el director del periódico El Semanario y miembro del sindicato de redactores, Alberto Fernández Portilla, recibió tres balazos cuando arribaba a su domicilio.

Paralelamente, en Baja California el candidato del priísmo, Carlos Hanz González, esperaba ganarle la gobernación al oficialista José Osuna, del Partido de Acción Nacional (PAN). Hanz, ex alcalde de Tijuana, es favorito en un estado donde el PRI por primera vez perdió fuerza, cuya frontera es la más transitada por ilegales y donde se asienta el Cartel de Tijuana.