Los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá festejaron ayer un triunfo en su beligerante contienda con el presidente Néstor Kirchner. El PJ puntano le arrebató la intendencia de San Luis al kirchnerismo, que fue dividido a las elecciones. La ex gobernadora Alicia Lemme será la intendenta puntana, después de abandonar –cuatro años atrás– el sillón municipal cuando el adolfismo desconoció la victoria opositora y convocó a nuevas elecciones que la Corte Suprema de Justicia no convalidó. Esta vez, Adolfo enfrentó a los periodistas para “anunciarles este triunfo histórico”. Antes dijo: “Me encantaría ser el jefe del PJ nacional”, en su búsqueda de un candidato peronista opositor para las presidenciales de octubre y despojar a Cristina Fernández de Kirchner de los símbolos partidarios. Alberto, el gobernador, acompañó a Lemme en su saludo a los militantes pejotistas que se reunieron frente a la gobernación. Al cierre de esta edición, el Frente Justicialista se imponía por cinco puntos (48 a 43 por ciento) sobre la Concertación Juntos por la Victoria.

Apenas cerraron los comicios, el canal estatal puntano (el 13) y el porteño Crónica TV difundieron el resultado de una encuesta en boca de urna que le adjudicaba el triunfo a Lemme sobre Alfonso Vergés, por 54 a 37 por ciento. La noticia sobresaltó a los hombres del intendente que buscaba la reelección, cuando la gente aún votaba en las escuelas de San Luis por la importante afluencia de votantes a última hora. Un dato que en la intendencia local contabilizaban como un buen signo a su favor. “A Rodríguez Saá lo favorece que la gente no vote porque impone su aparato político, en la ciudad votaba históricamente cerca del 50 por ciento del padrón, ahora estamos cerca del 70, por eso somos optimistas”, dijo a Página/12 el secretario de Gobierno de la intendencia de San Luis, Juan Carlos Velazco.

Pero en el entorno de Vergés se empecinaban en negar la encuesta en boca de urna: “Nosotros no vimos a nadie que estuviera consultando a la gente”. En el bunker de Lemme festejaban los datos de la encuesta propia pero seguían el recuento de votos con un “prudente optimismo”. “Los datos que manejamos, según nuestros fiscales, son de 54 a 45 a favor de Lemme, pero recién están los cómputos oficiales de 10 de las 287 mesas”, afirmaba una estrecha colaboradora de la ex gobernadora.

Poco después, los militantes del PJ y seguidores de los Rodríguez Saá salieron a festejar a las calles la “recuperación” de la intendencia de la capital y desataban la guerra de nervios en el bunker de Vergés, que tuvo que salir a uno de los balcones de la intendencia para pedir “paciencia” a sus simpatizantes. Entonces, el escrutinio –según los hombres del intendente– era “palo a palo, con un leve ventaja de Lemme”. Después de las 22, Lemme salió a anunciar su victoria y “agradecer” a sus militantes. “Me comprometo a ser la madre, la hermana y la hija de todos los puntanos”, dijo la intendenta electa antes de convocar a los ciudadanos a “reconstruir San Luis”. Vergés todavía no había reconocido la derrota.