ETA decidió ayer arruinar el regreso de los españoles de sus vacaciones con el anuncio de la colocación de cinco artefactos explosivos en las rutas de acceso al País Vasco, de los que sólo explotó uno de muy baja potencia, que no ocasionó víctimas ni daños de envergadura. Se trata a todas luces de una operación mediática destinada a emitir una señal al interior del grupo separatista duramente golpeado el pasado sábado por una operación policial conjunta entre Francia y España que acabó con la detención de cuatro miembros de una de sus principales células activas. Todo comenzó a las 13.53 hora local cuando un mensaje telefónico anónimo anunció a las fuerzas de seguridad de la colocación de cinco bombas en distintas rutas del País Vasco y de las regiones vecinas, coincidiendo con la llamada Operación Retorno de las vacaciones de miles de personas.

La búsqueda de los artefactos terminó por provocar gigantescos embotellamientos de tráfico, sin que la policía pudiera encontrarlos. Uno de ellos explotó, pero su potencia era tan baja que sólo produjo un pozo de medio metro de profundidad al costado de una ruta ubicada en las cercanías de la localidad de Fuenmayor, en la provincia de La Rioja. El episodio es parte de la respuesta etarra al durísimo golpe sufrido por la banda el pasado sábado cuando cayeron detenidos en Cahors, Francia, los cuatro miembros de su aparato militar que según el gobierno español eran los responsables del ataque al aeropuerto de Barajas, ocurrido el pasado 30 de diciembre, en el que murieron dos inmigrantes ecuatorianos, y de la mayoría de los atentados fallidos que la banda intentó llevar a cabo desde que a principios de junio anunciara el fin del alto el fuego que mantenía en todo el país.

Anoche, la policía francesa y miembros destacados de la lucha antiterrorista española se encontraban todavía registrando la vivienda en la que fueron detenidos los cuatro integrantes de la banda, entre ellos el histórico Luis Ignacio Irruretagoyena, alias “Suni”, el máximo experto de la organización en fabricación de bombas. Los cuatro detenidos que se hallaban todavía en la casa no dejaron de gritar durante la mayor parte de la tarde, aprovechando la presencia en las cercanías de la vivienda de los medios de comunicación, una consigna en vasco que decía “La lucha es el único camino”. En la casa, según informaron ayer autoridades antiterroristas francesas, se encontraron más de 350 kilogramos de material explosivo y una gran cantidad de elementos electrónicos para la fabricación de bombas. Según indican fuentes del Ministerio del Interior español, se trataría de la base de operaciones más importante de ETA en territorio francés y de la que habrían partido la mayor parte de los coches bomba que la banda intentó hacer explotar en España en los últimos tres meses sin éxito.

Con la operación mediática llevada a cabo ayer, ETA prenuncia un otoño caliente que estará marcado por el creciente clima preelectoral que se vive en la península en vista de las próximas elecciones generales que se llevarán a cabo a finales de marzo de 2008 y en las que la cuestión del terrorismo vasco estará muy presente. El opositor Partido Popular se congratuló este fin de semana del éxito de la operación policial llevada a cabo en el país vecino, aunque persistió en las críticas a la supuesta falta de mano dura por parte del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a quien critican su fracasado intento de negociar con la banda una paz definitiva. El primer ministro español, en una larga entrevista concedida al diario El País, y que se transformó de hecho en el puntapié de la campaña electoral, defendió sin embargo su iniciativa, asegurando que “si no hubiese intentado el proceso de paz sería un presidente sin alma”. De hecho, según la mayoría de las encuestas Zapatero se encamina a revalidar sin problemas su mandato al frente del país por otros cuatro años, siempre y cuando no se produzca un atentado de gran envergadura que ponga en cuestión su política de los últimos tres años. Fuentes especializadas en la lucha antiterrorista coinciden en afirmar que, en virtud de los duros golpes propinados al aparato militar etarra en los últimos meses, es muy difícil que los separatistas cuenten con la capacidad operativa suficiente para perpetrar en los próximos meses un ataque de esa naturaleza.