Las tropas británicas en Irak empezaron a retirarse ayer por la noche del Palacio de Basora, informó la cadena de televisión BBC. Según el Ministerio de Defensa, el Reino Unido espera entregar “en los próximos días” el control de la provincia meridional de Basora en momentos que la política del premier inglés, Gordon Brown, es criticada por Estados Unidos y la cifra de civiles asesinados aumentó un 7 por ciento en agosto.

Cerca de 550 militares empezaron a retirarse esta noche de su última base en el interior de la ciudad de Basora, dijo el gobierno británico en un comunicado. Los soldados replegados se dirigen hacia el aeropuerto de Basora, a unos once kilómetros a las afueras de la ciudad, donde se concentra el grueso de la fuerza inglesa. “Traspasar a las autoridades iraquíes el control del Palacio de Basora ha sido nuestra intención desde hace tiempo, como hemos manifestado públicamente en numerosas ocasiones. Esperamos que la entrega ocurra en los próximos días. Anunciaremos que el palacio ha sido transferido una vez que la operación haya concluido”, indicó el Ministerio de Defensa.

En un proceso respaldado por la coalición, la medida se tomó después de consultar al gobierno iraquí y tras la exitosa entrega de otras bases dentro y alrededor de la ciudad. “Las fuerzas británicas operarán ahora desde su base en el aeropuerto de Basora y mantendrán la responsabilidad de la seguridad de la provincia hasta que se transfiera al control iraquí, que prevemos ocurra en primavera”, añadió. El Ministerio de Defensa explicó que, antes del traspaso, el ejército inglés tiene pendiente un entrenamiento adicional de las fuerzas de seguridad iraquíes.

El Reino Unido tiene unos 5500 soldados en Irak, aunque a finales de año reducirá ese contingente a 5 mil. El repliegue del Palacio de Basora puede aumentar la presión sobre el primer ministro británico para que anuncie un calendario de retirada de todas las tropas de Irak, a lo que se ha negado hasta ahora, e incrementar la tensión entre el Inglaterra y Estados Unidos sobre la estrategia a seguir en ese país.

En realidad, Brown había planeado retirar las tropas en agosto, pero ante el malestar norteamericano Inglaterra decidió aguardar hasta ayer, después de que dos generales británicos han criticado la táctica de posguerra llevada a cabo por Washington en Irak.