En un acto de marcado diseño americano en el que abundaron los papelitos de colores, las canciones entusiastas de sus incondicionales y las banderas rojas del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Rodríguez Zapatero fue proclamado oficialmente ayer como candidato a la reelección como primer ministro de cara a las elecciones del 8 de marzo. Zapatero esbozó las líneas maestras de su propuesta política y llamó a la movilización de los militantes socialistas con el objetivo de ampliar la mayoría parlamentaria y acabar “con la política de obstrucción” permanente que a su juicio practicó contra su gobierno la férrea oposición del Partido Popular.

Con este acto, llevado a cabo en un recinto deportivo en la localidad de Fuenlabrada, cercana a Madrid, al que asistieron unos siete mil militantes, el PSOE da el pistoletazo definitivo de salida a lo que todo indica que será una de las campañas electorales más ríspidas de la historia contemporánea de la democracia española. Una inmensa pantalla a sus espaldas repetía lo que a partir de hoy será su lema de campaña: Zapatero, la mirada positiva. Toda una declaración política que alude a la constante negatividad que emana de la visión pesimista de su rival del PP, Mariano Rajoy, a la que el ZP, como lo llaman sus incondicionales, contrapuso ayer cuatro años de crecimiento económico indiscutido a tasas superiores a la media europea, el índice de desempleo más bajo de la historia de la democracia y el cuatrienio presidencial en el que la violencia terrorista se ha cobrado menos víctimas en medio siglo. El candidato socialista trazó también los ejes fundamentales en los que se basará su campaña electoral: conseguir el pleno empleo, la lucha contra el cambio climático y la lucha contra el terrorismo etarra y la integración de las diferentes nacionalidades que forman parte del territorio nacional.