El Palacio de Miraflores sufrió ayer la mayor remodelación de la era chavista. De forma sorpresiva el presidente venezolano reemplazó a 13 ministros y a su vice. A pesar del tamaño de la empresa –los cambios alcanzaron a más de la mitad del gabinete–, el giro no fue dramático. No entraron muchas caras ni tendencias nuevas, y muchos de los se fueron ya tienen asignada otra tarea en la construcción del socialismo del siglo XXI. Las figuras más importantes que dejan el gobierno son el ministro de Comunicación e Información, William Lara, y el vicepresidente Jorge Rodríguez. El destino del primero es todavía incierto. El segundo, en cambio, se dedicará exclusivamente a impulsar el naciente Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), una tarea secundaria para quien hasta hace unas semanas tuvo a su cargo la dirección de la fallida campaña para ratificar la reforma constitucional.

El presidente venezolano adelantó ayer que el actual secretario de Telecomunicaciones, Jesse Chacón, pasará a ocupar el Ministerio de la Presidencia, el cargo político de más peso del gobierno (ver recuadro). En Telecomunicaciones, la cartera que se ocupa de la dirección de los medios públicos y de revisar las licitaciones de los canales privados, quedará en manos de la actual presidenta de la empresa estatal de comunicaciones (Cantv), Socorro Hernández. La otra figura de peso que aterrizará en el círculo cercano del presidente será Andrés Izarra, el actual presidente del canal multiestatal Telesur.

Izarra es una figura emblemática para el chavismo. Muchas veces Chávez ha recordado sus orígenes en el movimiento bolivariano. En abril de 2002, Izarra era el productor general del principal noticiero de RCTV, el canal opositor que el año pasado quedó fuera del aire, después que el gobierno no renovara su contrato. Según contó años más tarde, durante el golpe de Estado contra Chávez los directivos del canal le prohibieron informar sobre lo que estaba sucediendo. La reacción de Izarra fue inmediata. Renunció al noticiero y comenzó a militar para que se supiera toda la verdad sobre el golpe. Una vez de vuelta en el poder, Chávez le devolvió el gesto y lo nombró ministro de Comunicación e Información, cargo que ahora volverá a ocupar.

En una rueda de prensa y ya oficiando del vocero/hombre fuerte de Chávez, Chacón dio los nombres de otros siete nuevos ministros: el de Finanzas, Rafael Issea; Interior, Ramón Rodríguez Chacín (el hombre que lideró la operación Emmanuel para liberar a los tres rehenes de las FARC); Planificación, Haimán el Troudi; Participación y Promoción Social, Erika Farías; Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz; Deportes, Victoria Márquez, y Alimentación, Juan Osorio. El nuevo vicepresidente será Ramón Carrizales, el hombre que hasta ayer estuvo a cargo del Ministerio de Infraestructura.

Según explicó el mismo presidente, los cambios fueron pensados con miras a las elecciones regionales de fines de año. Después de su primera derrota en las urnas con la reforma constitucional, Chávez decidió impulsar lo que llamó las tres erres: revisión, rectificación y reimpulso. A fines de año se renovarán 609 cargos de representación popular, entre ellos la gobernación del petrolero estado de Zulia, en poder actualmente del principal líder de la oposición y el último rival electoral de Chávez, Manuel Rosales.

A pesar de mantener el enfrentamiento con los grandes multimedios que apoyaron e incentivaron el golpe de 2002, el nuevo gobierno de Chávez comenzó con una oferta de diálogo. “Si bien nuestra intención es buscar un diálogo abierto con la prensa, también esperamos que este año podamos trabajar muy bien con los periodistas y que ellos cumplan ese rol para que permitan a los venezolanos ver las dos caras de un evento y que no se conviertan en un actor político más”, dijo Chacón.