Miércoles, 27 de febrero de 2008 | Hoy
EL MUNDO › LOS CUATRO REHENES DE LAS FARC SERIAN ENTREGADOS HOY
Con las coordenadas en secreto y gran precaución por los problemas pasados, la Cruz Roja se prepara para enviar sus helicópteros a la selva colombiana. Bogotá afirma que hay cese del fuego, Caracas no lo confirma. Críticas y esperanzas.
Hoy podría ser el día. Después de semanas de rumores, finalmente los cuatro rehenes de las FARC serían liberados en las próximas horas. Pero a pesar del optimismo que reinaba ayer, nadie se animaba a confirmar la noticia. “Las lecciones de las operaciones pasadas nos enseñaron que tenemos que manejar las cosas con mucha precaución”, advirtió el vocero de la Cruz Roja Internacional en Colombia, Yves Heller, en diálogo telefónico con este diario. Lo mismo repitieron una y otra vez los funcionarios de Caracas y Bogotá, quienes pasaron todo el día en reuniones intentando afinar los últimos detalles de la operación humanitaria. Venezuela ya tiene las coordenadas del lugar en donde esperan los rehenes y tiene listos los helicópteros de la Cruz Roja para ir a buscarlos. El último detalle que quedaría por arreglar es el cese de fuego colombiano. Según Bogotá, la orden ya fue dada. Pero en Caracas nadie lo quiso confirmar.
La delegación de la Cruz Roja debía reunirse anoche con el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, para pedir “las garantías de seguridad básicas” para participar del operativo humanitario. Aunque Heller sostuvo que se trata de una reunión de rutina, el lunes pasado el ministro del Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín, había dicho que la guerrilla estaba intranquila porque las Fuerzas Armadas colombianas no habían detenido sus operativos militares en la zona donde se realizaría la entrega de los rehenes. “Hay más de 18 mil efectivos”, había sentenciado el funcionario venezolano, quien también advirtió que la operación humanitaria se podría retrasar si la situación no cambia.
La desconfianza de la guerrilla, según explicó Rodríguez Chacín, llevó a que el ministro se negara a compartir las coordenadas con la Cruz Roja. El hombre de confianza del presidente Hugo Chávez sólo les dirá el destino a los pilotos cuando estén en vuelo, dirigiéndose a algún lugar de la selva colombiana. Esta semana el gobierno colombiano aseguró que ya había detectado el lugar donde esperaban los rehenes. El punto de encuentro sería muy cerca de donde las FARC entregaron a Clara Rojas y Consuelo González el 10 de enero pasado, en el estado de Guaviare, en el sur del país. “No se están adelantando operaciones ni se están intensificando operaciones en la zona”, garantizó ayer el comandante del Ejército colombiano Mario Montoya, como lo había hecho en enero. Sin embargo, no faltó quien recordara ayer que, tras ser liberadas, Rojas y González advirtieron que los bombardeos de las fuerzas colombianas nunca pararon.
El hotel Meliá de Caracas volvió a convertirse ayer en un hervidero de periodistas y funcionarios. Todos querían acompañar a los familiares de los rehenes en las horas previas a la liberación. Las parejas y los hijos de Gloria Polanco de Lozada, Orlando Beltrán y Luis Eladio Pérez, tres ex legisladores secuestrados por las FARC en 2001, hace semanas que esperan en relativa calma el día de hoy. La esposa de Jorge Eduardo Géchem, el ex senador cuyo secuestro terminó de romper las negociaciones de paz con la guerrilla en 2002, se sumó ayer al grupo, después de que el ministro del Interior venezolano anunciara el lunes que ya tenía en su poder las coordenadas para ir a buscar a los secuestrados.
La información se filtraba con cuentagotas en la prensa y las horas se hacían interminables para los familiares que despertaron contando los minutos. El primer paso, decían, era reunirse con la senadora colombiana y ex mediadora Piedad Córdoba, quien seguramente será parte de la comitiva que irá a la selva colombiana a encontrarse con los guerrilleros. Según confió a este diario el asesor de Córdoba, Waldir Pires, estaría llegando hoy. Sin embargo, algunos familiares tenían la esperanza de reunirse con ella anoche para que les adelantara los detalles de la operación.
“Estamos esperando con ansiedad y un poco de temor. Después de seis años y medio será un encuentro muy emotivo, difícil pero seguro que muy feliz”, aseguró Jaime Felipe Lozada, uno de los tres hijos de Polanco, desde el lobby del hotel. En el medio de su alegría, el joven colombiano, que sufrió en carne propia el flagelo del secuestro, se detuvo un instante para recordar que no toda la familia estará presente para reencontrarse con su madre. “Mi padre no se encuentra con nosotros, pero eso no fue causa para desfallecer, en todo caso para seguir luchando”, señaló.
La familia Polanco hace mucho que viene sufriendo el conflicto colombiano. En 2001, un comando de la guerrilla entró a su departamento y se llevó a Gloria y a dos de sus hijos. Después de años de negociaciones, Jaime Lozada, esposo, padre y ex senador conservador, consiguió reunir el dinero suficiente para pagar el rescate de sus dos hijos, aunque no de su mujer, que pasó a formar parte de la elite de los rehenes, los llamados canjeables. Las FARC aspiran a intercambiar a este grupo, compuesto hoy por unos 40 políticos, policías y militares, por medio millar de guerrilleros detenidos. Meses después de reencontrarse con sus hijos, Jaime Lozada fue acribillado en la calle, supuestamente por las FARC.
A pesar de estos antecedentes, ayer el hijo de Gloria Polanco arremetió contra el gobierno colombiano y pidió “garantías”. “No hay que ser mezquinos y hay que dejar que esas personas regresen”, dijo, sin dar nombres, cuando los periodistas que rondaban en el lobby del hotel le preguntaron por el enfrentamiento entre Alvaro Uribe y Hugo Chávez.
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