El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió ayer al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, en su primer encuentro con un dignatario extranjero tras ser electo el domingo sucesor de su hermano Fidel Castro. Raúl Castro, de 76 años, se reunió con Bertone en el Palacio de la Revolución, en La Habana, lo que selló una visita de seis días en la que el número dos del Vaticano ofició servicios religiosos en La Habana, Santa Clara, Santiago de Cuba y Guantánamo.

Castro, vestido de traje sastre azul y camisa blanca, recibió a Bertone en compañía del vicepresidente Carlos Lage, el canciller Felipe Pérez Roque y otros funcionarios de gobierno. El enviado papal llega con una explícita condena al embargo estadounidense. El cardenal, de 73 años, calificó ayer de “éticamente inaceptable” y de “violación de la independencia de un pueblo” la medida dispuesta por Estados Unidos. Bertone expresó que esperaba “claridad” y “sinceridad” en su encuentro con el presidente electo el domingo por la Asamblea Nacional, tras lo que consideró “excelente” la relación con las autoridades cubanas. Previamente al encuentro, el secretario de Estado del Vaticano se reunió con periodistas católicos y les comunicó que las autoridades le prometieron “más apertura en la prensa, en la radio, así como, en casos excepcionales, en la televisión”.

A lo largo de sus contactos con los funcionarios del gobierno, y en sus oficios religiosos en distintas ciudades del país, Bertone llamó a las autoridades locales a generar “gestos buenos” que “ayuden a la reconciliación y den signos de esperanza” a los cubanos. En ese mismo sentido, el prelado deseó al nuevo Consejo de Estado “mucho acierto” y la “capacidad de interpretar más y más” las “necesidades de cada ciudadano”, el cual, agregó, “tiene el derecho de sentirse orgulloso de ser cubano y respetado, valorado y representado por quienes lo gobiernan”. “Jamás he podido hablar tanto con las autoridades cubanas como en esta tercera visita”, subrayó. “Esto es muy importante, favorable”, insistió en rueda de prensa el lunes, tras una reunión con el canciller cubano, Felipe Pérez Roque.

En un inusual gesto, los medios de comunicación cubanos dieron una amplia cobertura a la visita de Bertone y, por extensión, a la Iglesia cubana, uno de cuyos reclamos tradicionales es una mayor presencia mediática. El alto cardenal dijo ser también consciente del momento “extraordinario” en que se ha producido su visita a Cuba, para conmemorar el décimo aniversario de la que hiciera el fallecido papa Juan Pablo II y que ha coincidido con el cambio histórico en la cúpula de poder de la isla. Hasta ahora no trascendieron oficialmente detalles de las conversaciones con el presidente cubano; pero, según lo previsto, el cardenal dará declaraciones a la prensa antes de partir a Roma, en la noche de este martes.