El presidente estadounidense, George W. Bush, declaró en una entrevista con Yahoo y la revista Politico que decidió dejar de jugar al golf en 2003 por respeto a las familias de los soldados estadounidenses muertos en Irak. “Creo que jugar golf durante una guerra envía simplemente una mala señal”, dijo Bush. “No quiero que las madres cuyos hijos pudieron haber muerto recientemente vean al comandante en jefe del ejército jugando al golf”, añadió. “Siento que es algo que les debo a las familias; ser lo más solidario posible con ellas”, agregó el presidente. Según Bush, su decisión data del 19 de agosto de 2003, fecha del atentado contra las oficinas de la ONU en Bagdad en el que murió Sergio Vieira de Mello, jefe de la misión de la organización mundial en Irak. “Recuerdo cuando Mello, que estaba en Naciones Unidas, fue asesinado en Bagdad yo estaba jugando golf y me dije ‘ya no vale la pena’”, afirmó Bush.