Cuatro soldados británicos que desarrollaban tareas en el sur de Afganistán murieron el lunes debido a la explosión de una bomba, informó ayer el Ministerio de Defensa en Londres. Entre ellos figura la primera mujer militar muerta en este país arrasado por la guerra. Con estas nuevas bajas se eleva a 106 el número de soldados británicos muertos en Afganistán desde el inicio de la campaña militar internacional en octubre de 2001. Los uniformados se encontraban realizando una operación en la región de Helmand, bastión de las fundamentalistas milicias rebeldes talibán. El primer ministro, Gordon Brown, anunció el lunes que el Reino Unido enviará a Afganistán un número adicional de 230 soldados, con lo que el contingente británico desplegado en este país estará compuesto por más de 8000 efectivos. Por su parte, tropas afganas y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), apoyadas por helicópteros, mataron a 35 talibán ayer en una vasta ofensiva contra insurgentes agrupados en varias aldeas cerca de Kandahar, en el sur de Afganistán.