Barack Obama mezcló ayer la seriedad y el humor cuando apareció en el programa cómico de televisión The Tonight Show with Jay Leno. Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos en ejercicio se presenta en un programa de ese tipo. Relajado, sentado en el sillón emblemático del programa y ataviado con un traje azul y corbata roja, el presidente bromeó sobre el cambio que supuso en su vida la llegada a la Casa Blanca y la larga comitiva de vehículos que lo acompaña en cualquier trayecto.

“Tenemos la ambulancia, y la carroza, después el trineo de perros, el submarino, un montón de cosas”, ironizó Obama, que ya había comparecido en dos ocasiones a este programa durante la campaña electoral.

Su tono se volvió mucho más serio al tratar sobre la economía. Y visiblemente enfadado cuando abordó el asunto que dominó los titulares del país esta semana, las pagas extras por valor de 165 millones de dólares que la aseguradora AIG desembolsó a sus ejecutivos pese a haber requerido de 170.000 millones de dólares en fondos públicos para sobrevivir. “Atónito” fue como se describió cuando supo del pago de esas bonificaciones la semana pasada, explicó a su anfitrión, el humorista Jay Leno. “La pregunta es quién, en su sano juicio, cuando la compañía se está hundiendo decide que se va a pagar una pila de bonificaciones a la gente”, explicó Obama. Cuando Leno le preguntó si alguien debería ir a la cárcel por los despropósitos en el sistema financiero que causaron la actual crisis económica, Obama replicó que “el secretito desagradable es que la mayor parte de las cosas que causaron los problemas eran perfectamente legales”. “Esto es una señal de hasta qué punto debemos cambiar nuestras leyes”, declaró el presidente.