EL MUNDO › OPINION
Para una nueva agenda
Por Carlos Raimundi *
El triunfo de Lucio Gutiérrez en Ecuador corrobora un clima de cambio, donde no está exactamente claro adónde se quiere llegar, pero es claro que no se quiere volver: al sistema tradicional de partidos, porque se los asocia con la aplicación del modelo de ajuste estructural. Si bien no me animo a decir que el ciclo de neoliberalismo en América latina está concluido, afirmo que está cerca del fracaso. Gutiérrez expresa un cambio del sistema tradicional de partidos, una nueva situación enigmática, tal vez como lo fue la elección de Hugo Chávez.
Daría la impresión de que Gutiérrez es renuente a que la situación en Colombia se torne bélica; lo veo refractario y más colaborando con un proceso de paz; lo veo enfriando el conflicto fronterizo con Perú y mejorando las relaciones con Perú; con intenciones de mejorar la comunidad andina y de presentarse como un interlocutor válido.
Respecto al ALCA, parece ambiguo: Ecuador es un país que históricamente ha tenido relaciones muy fluidas con Estados Unidos, pero al mismo tiempo Gutiérrez tiene sus reparos sobre el curso que está tomando el ALCA. Lo veo en un contexto de América latina bastante complejo: con un partido muy nuevo, con una cantidad de votos propios no mayoritaria –no la fue de ningún candidato en primera vuelta– y por lo tanto, con obligación de generar acuerdos políticos fuertes. Creo que la fragmentación del sistema político en general en América latina responde a que hay un nuevo escenario, con una incursión muy fuerte de ONG y organismos de la sociedad civil, que todavía no se ven cabalmente representados en ninguna opción política y por tanto se mantienen equidistantes a la espera de que los partidos políticos dialoguen con ellos. O sea, que la sociedad no se ve representada plenamente por la política y que hay otros actores con los que negociar. Ecuador, en una relación con el mundo andino y con Brasil, por intermedio de esos dos bloques, puede tener puntos de contacto con Mercosur y de esa manera generar una agenda común con Argentina ante el FMI. Sueño que con este clima de cambio va a convertir a América latina en sujeto de una nueva agenda.
* Diputado nacional ARI.