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Mensaje para Argentina
Por Claudio Lozano*
La tendencia que se manifiesta en Ecuador no hace más que completar el panorama de una América latina que exhibe un cuadro de creciente cuestionamiento al neoliberalismo de los noventa. Además del triunfo de Lula aquí hay una consolidación expresa como alternativa política: el Frente Amplio en Uruguay; un avance concreto de las luchas sociales en Paraguay y en Bolivia; y sigue siendo difícil para Estados Unidos desestabilizar a Hugo Chávez. A esto hay que sumarle lo que muestra la propia Argentina, que es la incapacidad absoluta por parte del sistema político tradicional, emparentado y articulado con el ideario neoliberal y con la práctica del neoliberalismo en el país, de reconstruir mínimos consensos.
De hecho, la falta de legitimidad de buena parte de los candidatos y fundamentalmente de los que tiene que ver con la historia reciente es una demostración de que en Argentina también la sensación de la sociedad es la misma, más allá de que la traducción en términos políticos todavía sea diferente. En ese marco, estamos ingresando a un nuevo tiempo que dependerá de la decisión que los nuevos gobiernos tengan de privilegiar una experiencia de desarrollo que enfatice la ampliación del mercado interno, la implementación de los mecanismos que restrinjan el movimiento de los capitales y que en el marco de esas políticas nacionales busquen una perspectiva de integración nacional a nivel latinoamericano poniéndole límite al avance del ALCA.
En la práctica concreta, todo este proceso que se está viviendo refleja el fracaso absoluto de la política norteamericana para la región y le pone dificultades serias al proyecto del ALCA que promueve George Bush. En lo particular para Ecuador representa la posibilidad de comenzar a revertir el proceso de dolarización que vivió la economía ecuatoriana. Más allá de los planteos y de los individuos, tanto a Gutiérrez como a Lula se los va a medir por su capacidad de dar respuesta a la crisis social que tiene cada país. Y para Argentina es un indicador más para el gobierno actual como para el futuro. Nuestro país tendrá que definir si acompaña las tendencias de cambio a nivel regional –en lo concreto ya tiene la propuesta de Lula de la moneda verde– o si va a seguir cumpliendo el papel de seguir siendo un apéndice de la política de Estados Unidos en el continente y en la región.
* Economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).