Fue el terremoto más importante en los últimos años. Y el primero en ser registrado con instrumentos actuales de alta tecnología. También, el sismo que sacudió Chile el sábado a la madrugada podría tener consecuencias a nivel planetario. La energía liberada por el deslizamiento de las placas de Nazca y Sudamericana movió el eje de rotación de la Tierra de tal forma que los días podrían ser más cortos, según cálculos preliminares de la NASA. “Aún continúa vibrando, pero cuando en algunos meses se acomode la masa terrestre podremos saber si se producirá un efecto de aceleramiento o de freno, lo que puede repercutir en la duración de los días y, también, en las distintas estaciones del año”, explicó a Página/12 Patricia Alvarado, doctora en Geociencia, investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de San Juan.

Según cálculos de científicos de la NASA, el terremoto de 8,8 grados que sacudió numerosas ciudades de Chile –incluida la capital– y se sintió en varias provincias argentinas podría tener consecuencias para todo el planeta, dado que movió el eje de la Tierra de tal forma que los días podrían ser más cortos. El experto de la agencia aeroespacial norteamericana Richard Gross usó un complejo modelo matemático cuyos resultados preliminares indican que el sismo “debería haber acortado la duración de un día terrestre en unos 1,26 microsegundo”, señaló ayer la NASA en su página web.

Además de devastar la ciudad chilena de Concepción, el sismo movió unos ocho centímetros el eje en el que se equilibra el planeta. Según informó Gross, fue un cambio “inédito”.

La especialista argentina explicó que la forma geoide que tiene la Tierra coincide con la posición del eje de rotación planetaria. “Hay una posición de equilibrio que define en consecuencia la posición del eje y la rotación de 24 horas”, detalló Alvarado. Sin embargo, por causas externas o internas la rotación se puede modificar. Por alteraciones en el Sol, la Luna o diversos planetas, “pero también cuando ocurren fenómenos como el terremoto del sábado que modifican significativamente la masa terrestre, la posición del eje se mueve y puede producir un aceleramiento o un freno de la rotación”, advirtió la geóloga.

Aunque el sismo chileno fue de menor intensidad que el de 9,1 grados que sacudió Indonesia en 2004, el desplazamiento del eje ha sido en la actualidad de un centímetro más. Según explicó Gross y pese a que las predicciones podrían cambiar a medida que se precisen los datos del terremoto del pasado sábado, el mayor desplazamiento se debe a que el registrado en el país trasandino se localizó en las latitudes medias de la Tierra y no cerca del Ecuador como el de 2004, “lo que hace que el desplazamiento del eje sea más fuerte”.

Además, la falla responsable del sismo chileno se hunde en la Tierra en un ángulo “ligeramente más inclinado” de la que fue responsable del sismo de Indonesia. En tal sentido, la superposición de las placas de Nazca y Sudamericana, en el caso chileno, es “más efectiva a la hora de mover la masa de la Tierra verticalmente y, por tanto, más efectiva a la hora de mover su eje”, difundió ayer a la tarde la NASA.

“Cualquier evento mundial que implique el movimiento de masa afecta la rotación de la Tierra”, coincidió otro experto de la NASA, Benjamin Fong Chao. El motivo es que un fuerte terremoto mueve masivas cantidades de rocas, lo que altera la distribución de la masa del planeta.

Desde 1835, cuando la ciudad de Concepción sufrió su último terremoto, la placa de Nazca, bajo el océano Pacífico, y la Sudamericana, que llega a la plataforma continental, avanzan en direcciones contrarias sin que se produzcan movimientos de liberación de energía. “Después de una gran compresión, se produce un tremendo movimiento que perdura en el tiempo”, dijo Alvarado y explicó: “La Tierra queda oscilando al igual que una campana cuando fue golpeada y en el aire perduran las ondas por varias horas e, incluso, días”. Entonces y aunque el sismo tendrá consecuencias a nivel planetario, según la especialista “todavía debemos esperar algunos meses hasta que la masa terrestre se acomode, para saber si los días van a ser más largos o más cortos”.

Informe: Mariana Seghezzo.