Por más que la intente esquivar, la crisis con Venezuela se apoderó de la gira regional del presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos. Ayer, el ex ministro de Defensa de Alvaro Uribe llegó a Panamá para discutir la cooperación y la única oferta concreta que se llevó fue una propuesta del anfitrión Ricardo Martinelli para mediar con Caracas. “Panamá es un punto de encuentro para que personas de todas las nacionalidades, de todos los países, podamos dialogar, conversar y dirimir nuestros problemas entre nosotros”, señaló sutilmente Martinelli. A su lado, Santos no acusó recibo y continuó con su posición de mantenerse al margen hasta el traspaso de mando, el próximo 7 de agosto.

En el último año, tras la asunción de Martinelli, un empresario y férreo defensor del liberalismo económico, el gobierno panameño se acercó a Uribe y compartieron posturas en algunos de los temas más calientes de la región, por ejemplo, al apoyar las elecciones de Honduras bajo el régimen dictatorial de Roberto Micheletti. Por eso ayer se los vio cómodos a Santos y Martinelli. “Panamá y Colombia tienen un destino común y vamos a trabajar con gran amistad y optimismo. Hemos hablado de adoptar posiciones comunes frente a problemas ante el mundo o terceros países en materia de seguridad”, prometió el mandatario centroamericano.

Lejos de las fotos oficiales de los dos presidentes en las escalinatas del Palacio Presidencial de Las Garzas, el canciller panameño Juan Carlos Varela le confirmó a la prensa la oferta panameña para intermediar entre Bogotá y Caracas. “Panamá se ha ofrecido a ser un mediador entre estos dos países, pero la futura canciller María Angela Holguín y el presidente Santos han sido muy claros en que la política exterior, como tiene que ser, de Colombia hasta el 7 de agosto es manejada por el presidente Uribe y el canciller Jaime Bermúdez”, aseguró Varela.

El funcionario también adelantó que ya instruyó a su embajador ante la OEA, Guillermo Cochez, a hacer circular la propuesta entre los miembros de la organización para intentar conseguir un consenso. Con ese mismo objetivo en mente, Varela recordó que la semana pasada habían invitado al presidente venezolano Hugo Chávez para una visita oficial a la pequeña nación centroamericana.

Varela, uno de los dirigentes extranjeros que intentaron mediar ante la dictadura hondureña de Micheletti, sostuvo que Panamá es un país idóneo para ese desafío ya que mantiene buenas relaciones con Bogotá, pero al mismo tiempo también sufre los problemas de compartir frontera con Colombia y las guerrillas. “Entendemos los problemas de seguridad que se están discutiendo”, destacó el canciller, quien también aclaró que se deben investigar todas las denuncias de Colombia.

Mientras afuera del Palacio Presidencial panameño la crisis entre Colombia y Venezuela acaparaba toda la atención, adentro Santos y Martinelli discutieron también algunos temas de cooperación bilateral, como el avance de las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio. Después de despedirse, Santos partió hacia Costa Rica. Según anunció ayer, al final de esa visita regresará a Bogotá por una noche antes de retomar la gira por Sudamérica.