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- George W. Bush procuró ganarse de vuelta la decaída confianza de los norteamericanos para sus planes de guerra.
- Afirmó que no quería guerra, pero que la diplomacia está en sus tramos finales. Y repitió que Saddam Hussein sigue haciendo trampas y fabricando armas de destrucción masiva.
- Esto fue en la víspera de la crucial sesión de hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde una mayoría parece oponerse a una nueva resolución que autorice la guerra.
- Desafiante, Bush aseguró que someterá su propuesta de una nueva resolución a votación para que quede claro quién está de cada lado, y para determinar la “utilidad” del Consejo de Seguridad.