El candidato de los Hermanos Musulmanes a la elección presidencial, Mohamed Mursi, llamó a los egipcios a continuar su “revolución” y se unió a los manifestantes en la plaza Tahrir de El Cairo, que ayer denunciaron los veredictos pronunciados durante el juicio a Hosni Mubarak. Mursi llegó a la emblemática plaza rodeado de militantes de su formación que le abrieron el paso en medio de la multitud. Poco antes Mursi, que enfrentará en la segunda vuelta del 16 y 17 de junio al último primer ministro de Mubarak, Ahmad Shafiq, estimó que los manifestantes debían exigir una elección libre y el traspaso del poder por el ejército. “Ustedes, mis hermanos, deben darse cuenta que, en este momento, la continuación de la revolución, con los revolucionarios en las plazas, es la única garantía para alcanzar objetivos”, declaró en una conferencia de prensa. Los Hermanos Musulmanes, representados por su brazo político, el Partido de la Libertad y de la Justicia, se impusieron en las elecciones legislativas. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que dirige el país desde la caída del régimen, prometió entregar el poder apenas sea elegido el próximo mandatario.