EL MUNDO
Cadáveres maquillados
El gobierno de George W. Bush defendió ayer la difusión de las imágenes de los cadáveres de Uday y say, hijos del derrocado Saddam Hussein, acción criticada por el Vaticano y por Amnesty International, mientras dos soldados estadounidenses fueron heridos en nuevos ataques y un imán chiíta pedía el retiro inmediato de las fuerzas de ocupación. La Casa Blanca sostuvo que la decisión no era comparable con la difusión, en marzo pasado, de fotos de soldados estadounidenses muertos o prisioneros por parte de Irak. El vocero Scott McClellan sostuvo que “hay una gran diferencia con los que utilizaron fotografías con fines de propaganda de manera despreciable”. Pero EE.UU. debió admitir que los cadáveres fueron sometidos a un proceso de “recomposición facial” para que fueran identificables.