EL MUNDO › NUEVO BANDO NORTEAMERICANO CONTRA MUKTADA AL SADR Y SU EJERCITO MAHDI
La orden es capturar, destruir y matar
Por P. C. *
Desde Sadr City, Bagdad
Comandantes norteamericanos en Irak juraron ayer arrestar a Muktada al Sadr, el joven líder chiíta, y aplastar a los milicianos ataviados de negro de su Ejército Mahdi entre signos de que las acciones estadounidenses están alienando a la comunidad chiíta en su conjunto. Los soldados estadounidenses parecen incapaces de distinguir entre el Ejército Mahdi y los peregrinos chiítas en su camino diario hacia la ciudad santa de Karbala para la celebración de la fiesta de Arbai, que comienza hoy, cuarenta días después del aniversario del martirio del imán Hussein, uno de los fundadores de su fe.
“Los norteamericanos son exactamente tan malos como Saddam Hussein –dijo Hamid Al Ujili, líder de seis hombres de Sadr City portando una bandera verde que pasarán tres días marchando hacia Karbala–. Pensamos que ellos atacaron a Muktada en Najaf. Y defenderemos a nuestros líderes religiosos.” Lo que es amenazante para Estados Unidos es que todos los hombres que están peregrinando hacia Karbala, algo que en un tiempo solían hacer secretamente bajo Saddam Hussein, son soldados de los Cuerpos de Defensa Civil iraquíes, la fuerza paramilitar creada por la Autoridad Provisional de la Coalición para traspasarles el mando de manos de las tropas estadounidenses. Abbas, uno de los peregrinos, declaró: “He estado en los Cuerpos un año y los norteamericanos no han hecho nada bueno por Irak”.
La fricción entre soldados estadounidenses y los chiítas de Irak, que forman entre 15 y 16 nilones de la población total de 25 millones del país, se vuelve más intensa cada día. En otro camino hacia Bagdad, otro grupo de unos 100 peregrinos chiítas de la localidad de Dejali estaban siendo detenidos y forzados a sentarse en el suelo por soldados estadounidenses fuertemente armados que contemplaban con sospecha sus banderas verdes.
En los últimos 30 años, Muktada al Sadr, cuya autoridad se deriva del hecho de que es el hijo de Mohammed Sadiq al Sadr, el reverenciado líder clerical chiíta asesinado por Saddam Hussein en 1999, sólo ha tenido un limitado poder popular. Pero hay signos de que éste está creciendo luego de que un juez iraquí designado por los estadounidenses ordenara arrestarlo. Desde los combates del pasado fin de semana, el Ejército Mahdi ha mostrado que tiene mayor poder militar del que se suponía. Se dice que está en control del centro de Najaf, donde Al Sadr mismo se encuentra refugiado. El brigadier general Mark Kimmit, subdirector de operaciones del Ejército estadounidense en Irak, dijo que será arrestado y que “la coalición y las fuerzas de seguridad están dirigiendo operaciones para destruir el Ejército de Mahdi”.
Esto se dice más fácil de lo que se hace. Si el ejército de Estados Unidos utiliza su inmenso poder de fuego para entrar a Najaf en busca de Al Sadr será percibido por los chiítas como una repetición de la ofensiva iraquí contra los rebeldes en Najaf y Karbala durante su levantamiento contra Saddam Hussein al final de la primera Guerra del Golfo en 1991.
En muchas ciudades del sur de Irak donde los chiítas son la gran mayoría de la población, la policía local iraquí y las unidades paramilitares, supuestamente bajo órdenes de la coalición, han demostrado que no están preparados para luchar contra sus pares chiítas del ejército de Mahdi. En Kut, una ciudad sobre el río Tigris al sur de Bagdad, el contingente ucraniano se ha retirado de las oficinas de gobierno locales. Un civil británico que trabajaba para una empresa de seguridad privada en Kut fue muerto.
EE.UU. ahora enfrenta una guerra de dos frentes contra los sunnitas y los chiítas. Esta semana milicianos simpatizantes de Al Sadr entraron al barrio sunnita de Azamiya en Bagdad para dispararles a camionetas blindadas norteamericanas.
Al Sadr no es reverenciado como un líder clerical por los chiítas por su juventud y su falta de educación religiosa. Pero a pesar de las dudas, podrían apoyarlo en una confrontación directa con EE.UU..
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.