Jueves, 23 de febrero de 2006 | Hoy
EL MUNDO › UNA ONG DENUNCIA 98 MUERTOS BAJO CUSTODIA DE EE.UU.
Por Yolanda Monge *
Desde Washington
El grupo de defensa de derechos humanos Human Rights First –HRF– hizo ayer público un informe que detalla los cerca de cien casos de detenidos que han muerto bajo custodia de Estados Unidos desde 2002 en cárceles de Irak o Afganistán. De las 98 muertes, al menos 34 se confirmaron finalmente como homicidios causados por “una conducta imprudente o intencionada”, y otras 11 levantan muchas sospechas. La causa del resto se mantiene oficialmente como “indeterminada” o “no informada”. El informe, una continuación de la investigación que la ONG presentó en junio de 2004 en medio del escándalo por los casos de tortura de Abu Ghraib, hace hincapié en el “vacío de responsabilidad” que se ha creado dentro de las fuerzas armadas estadounidenses y de la agencias de inteligencia. Desde marzo pasado, HRF, junto a la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, impulsan una querella contra el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a quien responsabilizan por las torturas y los malos tratos de 12 casos en Irak y Afganistán.
Entre ocho y doce prisioneros fueron torturados hasta la muerte a manos del ejército de EE.UU., según el informe “Responsabilidad del Mando: Muertes bajo custodia de Estados Unidos en Irak y Afganistán”. Pese a las muertes, no existen cargos contra los responsables o las sentencias son mínimas. Sólo han recibido castigo los responsables de 12 de los fallecimientos. “Cuando se miran de forma detallada estos casos, se encuentra una pésima investigación y una falta de responsabilidad en el mando por lo que se ha hecho mal –especialmente cuando las víctimas fueron torturadas hasta la muerte–. El resultado ha sido crear una cultura de impunidad, donde nadie, en especial los mandos, se hace responsable de la muerte de los detenidos”, aseguró Deborah Pearlstein, directora del Programa de Ley y Seguridad de Estados Unidos de HRF. “Si EE.UU. quiere ser serio en prevenir la tortura, debe haber responsables desde el principio hasta el final de la cadena de mando.”
El informe destaca que, a menudo, cuanto más serio es el caso, menos severa es la condena: la mayor en un caso de muerte tras torturas fue de cinco meses de prisión. “Hay una brecha entre las políticas que los líderes dicen respetar sobre el papel y la conducta que realmente toleran en la práctica”, resalta la responsable del documento. “Los jefes han fallado tanto en dar a las tropas directrices claras como en investigar de forma seria y rigurosa los crímenes”, se lee en el estudio de la ONG con base en Nueva York. El Pentágono declaró a la cadena BBC que no “había visto el informe”, pero que tomaba “muy en serio” las alegaciones de maltrato y adoptaría las medidas necesarias de probarse “cierto”. El embajador de EE.UU. en Irak, Zalmay Jalilzad, aseguró, también a la cadena británica, que los abusos existían. “(Los soldados estadounidenses) Son seres humanos, violan la ley, cometen errores y tienen que hacerse responsables de ellos”, dijo.
La organización cita en las 82 páginas del informe el caso de un prisionero que fue lanzado desde un puente al río Tigris –en Irak– y el de otro que murió asfixiado en un saco de dormir. “Creemos en la veracidad y fiabilidad de esos hechos”, explicó Pearlstein. “El documento se basa en informes de investigación del ejército, que hemos obtenido del gobierno o gracias a la legislación sobre libertad de información en EE.UU.”, precisó.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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