Jueves, 10 de agosto de 2006 | Hoy
EL MUNDO › MASACRE EN UN CAMPO DE REFUGIADOS
Por Angeles Espinosa *
Desde Beirut
Israel bombardeó en la madrugada de ayer Ain Helue, el mayor campo de refugiados palestinos en el Líbano, a las afueras de Sidón. Un adulto y un niño resultaron muertos, y 16 personas más heridas. Además, uno de los 120 ataques que su aviación llevó a cabo durante la noche mató a otras seis en la localidad de Mashghara, en el valle de la Bekaa. Son ya 990 los civiles muertos en el Líbano (36 en Israel) desde el inicio de las hostilidades.
El ejército israelí dijo que su objetivo en Ain Helue era la casa de un miembro de Hezbolá. Pero los dos proyectiles disparados desde uno de sus barcos destruyeron la guardería de un centro social de Al Fatah (el partido del presidente palestino, Mahmud Abbas) y dañaron una decena de casas vecinas. Murieron el vigilante del centro y un niño de 12 años, Anuar Auad, cuya familia había encontrado refugio en el campamento cuando decidió huir de Tiro a causa de los bombardeos. No fueron los únicos. Muchos habitantes de esa ciudad consideraban más seguras las zonas palestinas porque hasta ahora no habían sido atacadas directamente. “No quieren que se levanten los palestinos del interior”, asegura Abdel Mayed, un vecino.
Hace dos semanas, un palestino resultó muerto y otros nueve heridos en un bombardeo contra un objetivo próximo al campo de refugiados de Rachidiye, en Tiro, pero el ataque no iba directamente dirigido contra ese recinto. La agencia de la ONU para los palestinos (Unrwa) tiene registrados en el Líbano 405.000 refugiados. De ellos, 104.000 viven en Sidón, donde hay dos campamentos, y otros 99.000 en los tres campamentos de Tiro.
Sin embargo, tanto fuentes palestinas como libanesas coinciden en que su número es mayor. Por la tarde, la aviación volvió a bombardear el sur de Beirut causando el pánico entre los cientos de personas que acompañaban al cortejo fúnebre de 26 de los 41 muertos en el bombardeo del pasado lunes contra el barrio de Shiya. Los asustados deudos dejaron los féretros en el suelo y corrieron en busca de protección.
El alcalde de Ghaziye, donde el martes se vivió una situación similar, decidió ayer enterrar sin ceremonias a los seis muertos en ese ataque.
“No queremos darles otra oportunidad de que nos maten”, manifestó por teléfono a esta enviada. En paralelo, murieron tres palestinos –incluida una niña– y cuatro fueron heridos por bombardeos israelíes en Gaza, el otro frente de batalla.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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