Jueves, 10 de agosto de 2006 | Hoy
Primero intimidaron con grabaciones telefónicas y una carta documento de su propio tío –un represor preso– a Victoria Donda; ayer las amenazas llegaron al extremo contra Lucía Extremera, una militante de HIJOS a quien apuntaron con un arma en pleno centro.
Por Werner Pertot
Con sus 21 años, su pelo corto y negro, Lucía Extremera milita en Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.) desde que salió del secundario. Aunque sus padres no están desaparecidos, el final del juicio al Turco Julián la encontró leyendo el comunicado de H.I.J.O.S en Comodoro Py. Ayer los desconocidos de siempre decidieron tomarse revancha. Dos hombres la encañonaron en Carlos Calvo y Salta. “Vos y tus compañeros están jodiendo demasiado. Antes con Patti y ahora con el Turco Julián. Nos estamos cansando”, le dijeron. La amenaza se dio a conocer en una conferencia de prensa de Abuelas de Plaza de Mayo en la que también denunciaron al represor Adolfo Miguel Donda Tigel, que intentó intimidar a su sobrina Victoria Donda y al cineasta Adrián Jaime, tal como anticipó Página/12.
Los hombres abordaron a Extremera cuando iba a su trabajo. “Siempre me tomo dos colectivos y hago el mismo recorrido. Cuando estaba caminando hacia la parada del 67 se me acercan estos dos hombres por atrás, me ponen un arma en la cintura y me ordenan que agache la cabeza”, relató a Página/12. Entre risas, la amenazaron una y otra vez en pleno centro y le advirtieron que debía contar en H.I.J.O.S. todo lo que le habían dicho.
–¿La matamos?
–No, no. Dejá que se vaya y se los cuente a sus compañeros. Ahora tomate un taxi y andá a trabajar.
La soltaron. Ella se subió a un taxi. Y fue a la conferencia de prensa en Abuelas, que encabezó su titular, Estela de Carlotto. “No debemos estar haciendo las cosas mal, si les está jodiendo. Pero pensamos que esto es una escalada. Siempre durante los juicios sufrimos amenazas con llamados telefónicos”, dijo con aplomo Extremera.
En la conferencia, se denunciaron las amenazas a Victoria Donda, hija de José María Laureano Donda, que estuvo secuestrado en la ESMA. Su tío, Adolfo Miguel Donda Tigel, era jefe de operaciones de ese centro clandestino de detención y está acusado de 62 crímenes. El represor colaboró con la desaparición de los padres de Victoria y también se ocupó de entregarla a otro marino. Donda Tigel, que se encuentra detenido, envió una carta documento al cineasta Adrián Jaime, que está filmando Familia de sangre, un documental en el que cuenta esa historia. En la carta, Donda Tigel lo intimó a “abstenerse de ejecutar cualquier tipo de filmación”. Poco después, cuatro individuos con armas cortas robaron los equipos de su productora. “No buscaban dinero ni lo pidieron a los que estábamos allí”, contó Jaime.
Luego de que Página/12 publicase la intimidación, Victoria Donda recibió un llamado en el celular en la que le pasaron una grabación de una conversación que tuvo media hora antes. Se trató de una clara amenaza. “Las acciones de estos canallas son para que Victoria se retraiga. Hay que poner coto a esto”, reclamó Carlotto. En tanto, en el juzgado de Guillermo Montenegro están investigando cómo hizo el represor para firmar la carta documento, cuando se encuentra preso en la base Naval de Río Santiago.
“La carta documento vino de una agencia de seguridad, por lo tanto se tiene que investigar”, afirmó la presidenta de Abuelas. “Si la Justicia, a la que el Presidente (Néstor Kirchner) le dio algunos buenos consejos, no reacciona, vamos a tener que decir que es una Justicia inexistente”, dijo.
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