Mientras la diplomacia buscaba ayer ponerle fin al conflicto, la guerra seguía entre el grupo chiíta libanés Hezbolá e Israel. Casi al amanecer, mientras caían cohetes de Hezbolá sobre el norte de Israel, aviones de combate israelíes apoyados por la fuerza naval apostada frente a Beirut lanzaron decenas de proyectiles contra los distritos sureños de Harek Hreik, Daji y Shiej, ya casi vacíos y reducidos a escombros. Además, la aviación israelí impactó objetivos en el norte del país y mató a 12 civiles en una operación contra un puente de la región de Akar, en la carretera que lleva a la única frontera transitable entre Siria y el Líbano.

En el sur del país árabe, los combates se repitieron aunque en menos número que en los días previos. Según fuentes militares israelíes, sus Fuerzas Armadas atacaron 130 objetivos y mataron a 20 milicianos de Hezbolá en las últimas 24 horas. Los ataques afectaron a posiciones de la milicia chiíta libanesa en Dahiya, al sur de Beirut, y destruyeron cinco lanzacohetes, dos de ellos al sur de la localidad de Tiro. En esa misma ciudad, Israel bombardeó dos centrales eléctricas en la noche de ayer. Tras el ataque, la ciudad quedó a oscuras.

El ejército israelí informó que un soldado murió y nueve resultaron heridos en enfrentamientos en los distintos pueblos del sur del Líbano. El efectivo murió cerca de Labouna al ser alcanzado por un misil antitanque, un tipo de armamento que causó una cifra significativa de muertos entre los soldados israelíes en el conflicto actual. Hezbolá aseguró, por su parte, que causó la muerte a 12 soldados israelíes tras destruir un barco en la costa de Tiro, pero fuentes militares israelíes negaron tal información.

Hezbolá lanzó ayer aproximadamente 80 misiles, 16 de los cuales cayeron en la ciudad de Haifa, “en respuesta a los bombardeos israelíes contra (el barrio meridional beirutí de) Daji”, según un vocero de la milicia. Esto sucede dos días después de que el líder del grupo, Hassan Nasralá, instara a los árabes a abandonar esa ciudad israelí. En tanto, un vehículo blindado de la Finul, la fuerza de Naciones Unidas en el lugar, también fue alcanzado por fuego del grupo chiíta al norte de Nakura, sin que nadie resultase herido.

Por otra parte, el ejército israelí lanzó hojas con los nombres de 100 combatientes de Hezbolá que supuestamente ha matado desde el inicio de la guerra. El grupo chiíta ha admitido solamente 58 bajas entre sus militantes, mientras Israel afirmó que mató a más de 300. “Nasralá está matando a sus hijos por nada”, decían además los volantes. “Es una parte de la guerra psicológica de los enemigos, pero les vamos a decir que no pueden doblegarnos”, comentó un simpatizante de Hezbolá.