Veinticuatro horas después del anuncio de que se desbarató un plan terrorista en Londres, los investigadores fueron haciendo públicos algunos detalles del plan y evidencias que habrían encontrado. El nombre de los detenidos, un video grabado por uno de los suicidas despidiéndose, pasajes a Estados Unidos, visas pedidas para visitar Disneyworld y una serie de relatos sobre cómo se haría el ataque. A la luz de las nuevas informaciones, Página/12 volvió a pedirles opinión a especialistas en antiterrorismo, explosivos y seguridad aérea que tienen visiones distintas, incluso contrapuestas.

1 ¿Los nuevos datos certifican que efectivamente existía el plan de ataque? ¿O usted mantiene un nivel de duda y no descarta que esto sea una operación de propaganda destinada a justificar lo que se hizo y se hace en Irak y el Líbano?

“Las informaciones que existen hasta ahora son insuficientes –sostiene un hombre que fue jefe de Contrainteligencia en la SIDE durante el gobierno de Fernando de la Rúa–. La lista de nombres no significa nada: pueden ser integrantes de la comunidad islámica que ni remotamente pensaban hacer semejante operación. Esa no es una prueba sólida que me lleve a convencerme de que el plan existió en serio. En cambio, si ponen al aire una grabación de uno de los detenidos despidiéndose, eso ya sería una prueba más fuerte. Si publican grabaciones, con voces de los detenidos, fotografías de encuentros, si identifican quién era el químico o el ingeniero, cuál era la organización, cómo se giraron los fondos y otros detalles, eso consolidaría la versión británica. Por ahora, sigo sosteniendo que no puedo afirmar que esto sea una operación de acción psicológica, pero tampoco lo puedo descartar.”

El comandante retirado de la Gendarmería, Osvaldo Laborda, perito en los casos AMIA y embajada y experto en explosivos, exhibe la postura contraria. “Creo absolutamente que en efecto se descubrió un plan terrorista. No se puede envolver a tanta gente en una mentira. Una farsa de ese estilo se cae en una semana, porque saldrían a hablar los familiares y amigos de los detenidos. Yo no necesito más pruebas. Acá hay una guerra en Irak y el Líbano, una comunidad islámica enorme en Inglaterra, y la lógica consecuencia es que entre tantos millones se pueda armar un grupo de 25 o 30 militantes dispuestos a jugarse y repetir una operación de alto impacto como la de las Torres Gemelas. Además, ya se hizo una vez el 11 de septiembre, ¿por qué no se puede hacer otra vez?”

2 Mucho se habla en el mundo de la inteligencia de operaciones montadas por infiltrados. Juntan a creyentes fanatizados y cuando políticamente lo necesitan les proponen una operación que las fuerzas antiterroristas abortan con gran espectacularidad, ¿puede ser éste el caso?

“Es posible –sostiene el ex jefe de contrainteligencia–. Se ha hecho muchas veces y siempre tuve la duda si no fue ése el caso de la toma del Regimiento de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria. Tal vez los intoxicaron a través de una operación de inteligencia militar. Es más, muchas veces esas operaciones las hacen agentes que ni siquiera saben para qué servicio están trabajando.”

“Me parece muy difícil”, afirma Laborda. “Si uno agarra a un grupo de veinte adherentes a una religión, aunque estén fanatizados, y les propone hacer una operación y deciden hacerla, significa que la hubieran hecho con ese infiltrado o con cualquier otra persona. Creo que en el caso de Londres y también en Torres Gemelas o Atocha estamos hablando de un trabajo de reclutamiento muy largo, con un convencimiento mental hecho durante mucho tiempo y, además, combinando eso con que mantenga una apariencia occidental para despistar.”

3 Las autoridades paquistaníes dicen que ellos descubrieron el plan y las británicas afirman que son ellos los que siguieron a esta organización durante más de un año. ¿En cuál de las dos versiones cree?

“Me parece poco serio especular sobre eso, porque no tenemos los datos –razona el ex jefe de la SIDE–. Acá hay que ver la historia de cada uno de los detenidos, los de Pakistán y los de Inglaterra, para ver quién era el hombre clave. Para eso hay que tener un análisis de quién se relacionaba con quién, qué capacidad y formación tiene cada integrante del grupo, cómo fueron los giros de dinero, qué otros elementos aparecieron en los allanamientos.”

Laborda sostiene que “en este caso, como en otros, hay peleas y rivalidades entre servicios de inteligencia y de seguridad. Hay mucho dinero en juego, porque todo sirve para pedir aumentos de presupuesto y reclamar dinero para pagar topos. De todas maneras, la clave estuvo en Inglaterra porque hay millones de armas dando vueltas, miles de explosivos distintos, cientos de explosivos líquidos diferentes, pero lo más difícil es conseguir y preparar un cerebro para inmolarse en un ataque. ¿Quién descubrió la operación? Habrá que esperar más datos.”

4 ¿Qué posibilidad política hay de que esto sea un engaño y qué posibilidad política hay de que la información oficial sobre el aborto del plan sea cierta?

“Es obvio que políticamente a Tony Blair y a George Bush esto les viene magnífico –dice el hombre de Contrainteligencia–. Blair está muy débil y a Bush le sirve para justificar su política en Irak y el Líbano y toda la política agresiva y de reformulación del Medio Oriente. Ahora, desde el punto de vista político, también hay que decir que es un momento propicio para reclutar suicidas. En tiempos de Saddam Hussein no se conseguía un solo suicida en Irak, y ahora vemos suicidas allí todos los días. He tenido diálogo con hombres de la inteligencia israelí, que para mí son muchas veces más lúcidos que los políticos, y ellos piensan que la actual política justamente entraña ese riesgo: se crea más gente radicalizada.”

“Es un hecho que tenemos guerra en Irak, en el Líbano y veo imparable la guerra en Irán”, afirma Laborda. Una operación como la que se frustró iba a impactar muy fuerte en la población norteamericana y británica, formando mayorías en contra de la guerra. Imagínese diez aviones cayendo en Miami, por ejemplo. La realidad es que todos los días aparecen más suicidas en Irak. Entonces, ¿por qué no van a aparecer en Londres?