El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, confirmó ayer a su homólogo búlgaro, Georgi Parvanov, su compromiso en la búsqueda de una solución al caso de las enfermeras búlgaras, cuya pena de muerte en Libia fue conmutada por la de cadena perpetua. Asimismo, Sarkozy ha confirmado la resolución de Francia de continuar sus esfuerzos por el retorno de los trabajadores sanitarios a Bulgaria. Para el miércoles que viene está prevista la visita del presidente francés a Libia, según informó el ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner. El objetivo del viaje es ayudar al desenlace del caso de los seis profesionales sanitarios encarcelados allí. La semana pasada, la esposa del presidente, Cecilia Sarkozy, fue a Libia para reunirse con Kadafi, los seis profesionales sanitarios condenados y las familias de los niños.