Lunes, 17 de marzo de 2008 | Hoy
Alberto Fernández planea viajar con Néstor Kirchner a Nueva York cuando el ex presidente hable en el Consejo de las Américas. La intención del jefe de Gabinete no es funcionar como acompañante, sino aprovechar para reunirse con el últimamente esquivo subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Tom Shannon. El problema es que justo la semana que Kirchner había sido invitado a disertar, Shannon andaría de viaje, lo que obligó a reprogramar toda la agenda. Cuando andaban en eso surgieron dos problemas. Uno, que el viaje se encimaría con el que la presidenta Cristina Kirchner iniciará la primera semana de abril por Londres. El segundo, Fernández se acordó de que el 2 de abril es su cumpleaños y que había prometido pasarlo aquí con su hijo. “Yo el 2 tengo que estar acá, así que lo hacemos antes o después”, resumió. Resultado: todavía no se sabe cuándo viajarán-
El mundo es un pañuelo. Que lo digan, si no, Guillermo Montenegro y Fabián Rodríguez Simón. Uno es ministro de Justicia y Seguridad porteño; el otro, jefe de gabinete de la cartera de Espacio Público y Medio Ambiente. En el gobierno de Mauricio Macri volvieron a cruzarse después de años de no verse. Cuando se conocieron, allá a fines de los ‘90, no tiraban los dos para el mismo lado: Montenegro era entonces fiscal federal y fue quien pidió la indagatoria de Rodríguez Simón en la causa por la liquidación fraudulenta del Banco Medefin, en la cual aún hoy está procesado. “Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. No se puede condenar a nadie a no trabajar por estar procesado”, respondió Montenegro ante la consulta de Página/12 acerca de qué le parecía que hubiera funcionarios procesados –también el ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, está imputado en un caso de malversación de fondos– y aseguró no recordar el caso de Rodríguez Simón: “Ni me acuerdo de haberlo llamado a indagatoria, pero nunca miro las personas, sino los hechos”. La versión de Rodríguez Simón, quien jura ser inocente y dice que el juez Sergio Torres se equivocó al procesarlo, es distinta. “Cuando me ofrecieron el cargo, avisé de mi situación y dije que le preguntaran a Montenegro, que conocía el tema. El día que me lo encontré a él no podía creer que estuviera procesado”, contó a este diario-
El flamante canciller uruguayo Gonzalo Fernández estuvo la semana pasada en la Cancillería argentina para un encuentro de presentación con Jorge Taiana. Fernández aprovechó para saludar de paso a los varios amigos con los que cuenta en el Palacio San Martín. Uno de ellos fue el subsecretario de Coordinación Administrativa, Rodolfo Ojea Quintana, con quien estuvo conversando un buen rato. Es que poco tiempo atrás Ojea Quintana y Gonzalo Fernández coincidieron como abogados de Macarena Gelman, la nieta del poeta Juan Gelman, uno era su apoderado aquí y el otro en Montevideo. Lo de Ojea ya es una marca de familia. La semana que pasó, su hijo, Tomás Ojea Quintana, actuó como abogado de María Eugenia Sampallo y se encargó de pedir 25 años de prisión para sus apropiadores-
Los legisladores discutían en el recinto la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. La diputada Patricia Bullrich (Coalición Cívica) trató sin suerte de incorporar al temario un proyecto para crear una tarjeta magnética con el fin de controlar el descanso de los choferes, impulsada por un desconocido sindicato de Unión de Trabajadores de Omnibus. La arista disidente María América González gesticulaba desde su banca hasta que tomó la palabra: “Parece que muchos reaccionan con el impulso de la desgracia, aunque cuando fueron ministros debían su sensibilidad al FMI y no a los trabajadores”, gritó antes de exigir que la iniciativa de Bullrich pasara previamente por la Comisión de Legislación Laboral. Los asesores de la CC se agarraban la cabeza con una misma exclamación: “Otra vez la vieja interna aliancista”, tratando de olvidar que la incorporación de la ex ministra de De la Rúa en las listas de Lilita fue uno de los motivos de la ruptura del bloque del ARI-
El empresario Martín Varsavsky, aquel que saltó a la fama durante el gobierno de la Alianza al aportar, en el año 2000, 11 millones de dólares para el portal Educ.ar –al que luego continuaría aportando–, tiene recuerdos poco amistosos del ex presidente Fernando de la Rúa. Quedó claro mientras contaba sobre una cena en España con Mariano Rajoy, el líder del Partido Popular que pretende seguir al frente del PP: “Estuve unas tres horas conversando con él y un grupo de empresarios y me llevé una pésima impresión. Ojo, Rajoy no es maquiavélico, es una buena persona, pero es un incompetente –definió en su blog martinvarsavsky.net–. Sus ideas son en general razonables, su moral es elevada, pero su capacidad de liderar es casi nula. Para los argentinos, diría que Rajoy es como un De la Rúa español, persona con quien tuve bastante trato y terminé desesperado por su incompetencia e incapacidad de decidir”-
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