Mauricio Macri cumplió cien días al frente del Ejecutivo porteño y lo festejó –una semana más tarde– con una exposición sobre su gestión. “Estamos finalizando con una etapa del pasado cargada de inacción, ineficacia y corruptela”, aseguró el jefe de Gobierno, ayer por la mañana, acompañado de todo su gabinete y algunos legisladores. En su discurso, criticó a los gremios municipales y defendió la intervención de la obra social y el despido de los 2400 trabajadores contratados. Además, se mostró intransigente respecto de la protesta callejera: “No importa si tienen mucho o tienen poco, el espacio público no se negocia”. Distintos referentes de la oposición criticaron la creación de la policía propia y recordaron la suba del impuesto inmobiliario y de las patentes, que Macri omitió mencionar durante su campaña.

La exposición comenzó con un video de los primeros cien días de la administración Macri. “En términos futbolísticos hemos podido marcar la cancha. Y hablo del gremio, de los empleados, de los proveedores, de los contratistas y de los vecinos”, sostuvo el ex presidente de Boca, en el Museo Benito Quinquela Martín. El jefe de Gobierno insistió con una de sus principales consignas: la lucha contra los denominados “ñoquis”. “Les vamos a dar batalla a aquellos que crean que el empleo público es una beca, una beca que no nos obliga a ninguna tarea, ni a escuchar ni a servir a los vecinos de esta ciudad”, advirtió.

En los últimos días, Macri ganó la pulseada judicial con los sindicatos municipales por el despido de 2400 empleados contratados y por la intervención de la obra social. Dos a cero arriba, el jefe de Gobierno volvió a la carga sobre esos temas: “Al gremio le ha quedado claro que no es negociable recuperar la carrera pública o que todos se tienen que capacitar”, sentenció el mandatario y agregó “para eso tenemos que cuidar a nuestros empleados y darles una buena atención; por eso necesitamos una obra social con un servicio de calidad”.

Con la misma dureza, Macri se mostró intransigente sobre los piquetes o cortes de calle: “Ha quedado claro que no importa si tienen mucho o tienen poco, el espacio público no se negocia, porque el espacio público es el espacio más democrático que tenemos en nuestra sociedad”. No faltó un párrafo dedicado a los “contratistas”, a quienes les pidió que “las obras comiencen y terminen en los plazos acordados” y otro para los proveedores, a los que les reclamó “buen precio” y “calidad”.

Desde la oposición, el jefe del bloque kirchnerista de la Legislatura, Diego Kravetz, sostuvo que en sus 100 días de gobierno Macri “sólo se evidencia desidia e improvisación” y criticó “su discurso sobre no negociar el espacio público, mientras apoya un acto en el Obelisco en día de semana o las protestas callejeras que se oponen al gobierno nacional”. El ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra cuestionó “el impuestazo del ABL, las patentes y el endeudamiento de la ciudad” y advirtió que “hay muchas improvisaciones y una actitud de echar culpas a gobiernos anteriores, a la Nación y a otras provincias”. Para el diputado porteño del bloque Igualdad Social, Martín Hourest, Macri “ha planteado soluciones fáciles a problemas complejos y no pudo siquiera plantear los problemas complejos que tiene la Ciudad”. Hourest consideró que “el problema más serio es la desigualdad lacerantemente amplia que padece la sociedad porteña”.