El secretario adjunto de la CGT, José Luis Lingeri, advirtió que se ingresará en una “espiral inflacionaria” si se desata una “puja entre precios y salarios”, y reclamó a los empresarios que reduzcan su margen de ganancias para tener “una visión del país y de futuro”. Desde la CTA, en cambio, el secretario del gremio del neumático, Pedro Wasiejko, prefirió destacar que los aumentos salariales “no ponen en riesgo la situación económica ni son responsables de la inflación”, porque los sueldos “aún están por debajo de la capacidad adquisitiva que tenían antes de la crisis de 2001”. También criticó a los grandes grupos económicos que, a pesar del aumento de su rentabilidad, “no han hecho inversiones para incrementar la oferta de productos” y “especulan con los aumentos de precios”.

“Acá hubo un doble juego. Se cubrieron los empresarios con la presunta discusión salarial y después justifican los aumentos que se dieron en las paritarias para reajustar nuevamente sus costos en función del aumento del salario. Se cubren dos veces”, explicó Lingeri al recordar que en diciembre “se anunciaba la discusión de paritarias para febrero y ya estaban remarcando”. “Si entramos en la puja de precios y salarios –continuó el dirigente–, terminamos en la espiral inflacionaria, y sabemos las consecuencias que esto tiene para el trabajador.”

Por eso, el dirigente de Obras Sanitarias y segundo del camionero Hugo Moyano en la CGT sugirió un cambio en la conducta empresaria: “Para aquellos que estuvieron acostumbrados a ganar sobre su margen de venta un 50 o 40 por ciento, hoy a lo mejor es negocio ganar un 15 o un 20 pero a largo plazo”. Lingeri tomó como ejemplo el precio del kilo de carne para protestar contra la alta rentabilidad empresaria: “Si la hacienda en pie en Liniers está en 3,80 pesos, no puede valer después en el mostrador 15 o 16. Hay alguien en el medio que se queda con el pedazo de la torta que tendría que distribuirse entre todos los argentinos”. Luego se manifestó en contra de los empresarios que manejan los precios de los alimentos en el país con “el mismo tratamiento” que las exportaciones.

La advertencia de Lingeri también alcanzó al Gobierno. El dirigente cegetista planteó la necesidad de aumentar los haberes jubilatorios “acompañando el costo de vida” y señaló que en julio se convocará al Consejo del Salario Mínimo, para discutir el aumento de la remuneración mínima para cualquier empleo, que actualmente alcanza apenas 980 pesos.

Consultado por Página/12, el secretario adjunto de la CTA afirmó que los aumentos salariales no son los responsables del rebrote inflacionario. “En los últimos cinco años la rentabilidad empresaria ha crecido considerablemente y los salarios ni siquiera recuperaron el poder adquisitivo anterior a la crisis de 2001 y la pesificación”, aseguró Wasiejko, en defensa de las demandas económicas de los trabajadores.

“Los índices macroeconómicos muestran que se ha llevado al tope la capacidad productiva de las empresas y los grandes grupos económicos no han hecho, a pesar de sus importantes ganancias, las inversiones necesarias para superar esa situación”, insistió el dirigente de los trabajadores del neumático. Un problema que, para Wasiejko, “alienta la especulación de algunos sectores económicos para aumentar los precios ante la falta de productos”. “La capacidad industrial ociosa que teníamos ya no existe –reflexionó el dirigente de la CTA– y eso sí es peligroso para la economía y para los casi dos millones de trabajadores desocupados.”