“Nos parece bien que el gobierno porteño le dé certidumbre al cumplimiento de la Constitución y de la ley. Con la explicación de que no llegan con los tiempos y con la certeza de que se le está poniendo fecha a la elección me parece que es razonable”. Así justificó el titular del bloque kirchnerista de la Legislatura, Diego Kravetz, la decisión de apoyar al macrismo en la postergación hasta el año próximo de las elecciones comunales. El cambio de postura del kirchnerismo llegó tras el anuncio de Mauricio Macri de que los comicios se harán en 2009 “en forma simultánea con los comicios legislativos” y derrumbó las expectativas del resto de la oposición de torcerle el brazo al gobierno porteño y convocar a votar en agosto, tal como lo indica la ley, sancionada en 2005.

Apremiado por la posibilidad de que hoy se unieran en una sesión especial los 33 legisladores de la oposición, el macrismo anunció por medio de un comunicado el pase de las elecciones al año próximo. El texto no precisó si se harán con las legislativas nacionales o con las locales o si la idea de Macri es que todo se vote junto. Consignó, en cambio, que se impulsará un proyecto de ley para que sólo el titular de las Juntas Comunales cobre sueldo.

Aunque impreciso en cuanto a la fecha, el anunció le sirvió al kirchnerismo para explicar ante la opinión pública su respaldo al nuevo retraso en la descentralización de la ciudad. A los K, en verdad, nunca los entusiasmó demasiado que las elecciones comunales fueran este año porque suponen que su cosecha en las urnas no será buena.

Los restantes sectores de la oposición mantuvieron su repudio a la actitud macrista. “No hay razones realmente valederas para postergar la elección y hacerlo es una equivocación”, aseguró el legislador socialista Roy Cortina. Consideran que el Gobierno tiene falta de voluntad para cumplir con la ley y que, en realidad, su decisión se debe a una especulación política. Aseguran que Macri quieren unificar las elecciones para obtener un mejor resultado.

La oposición también rechaza el proyecto macrista de que sólo sea remunerado el titular de la Junta Comunal. “Ahí estamos en contra porque es una forma de concebir la política bastante aristocrática. Sólo el que tiene plata se puede hacer cargo de la gestión”, explica Kravetz a Página/12. En este sentido, el ex jefe de Gobierno y actual legislador de Diálogo por Buenos Aires, Aníbal Ibarra, consideró que “un proceso de descentralización no debe estar regulado por un criterio economicista”.

En declaraciones a los medios, Macri dijo que la ley que se sancionó en 2005 “es un disparate”. “Siete responsables de cada comuna –agregó–, todos cobrando sueldo, todos con asesores, es la de siempre, gastar el impuesto de los vecinos en cualquier cosa”. Si bien en 2005 el macrismo no tenía la cantidad de diputados que tiene ahora, ya era la primera fuerza de la Legislatura cuando se aprobó la Ley. “Queremos las cosas bien después de 11 años en los que no se hizo nada al respecto, pero queremos también cuidar el presupuesto de los vecinos; la plata de los vecinos no puede caer en abusos del clientelismo”, aseguró el jefe de Gobierno. La misma explicación dio el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien también pidió no “multiplicar el gasto político”.

“Con ese criterio de que cobre sólo el presidente de la Junta, que trabajen gratis todos los directores de las 18 gerencias nuevas en el Instituto de la Vivienda o los casi 50 cargos nuevos que creó el macrismo. Así sólo hacen política los ricos”, le respondió Sergio Abrevaya, vicepresidente del bloque de la Coalición Cívica.

Desde la Coalición Cívica, mantienen que “el Ejecutivo debe dar explicaciones acerca de porqué no se hizo el llamado a elecciones para el 10 de agosto, en tiempo y forma”. El bloque presentó –sin éxito– un pedido de interpelación a Macri y al ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro. Además, señalaron que la subsecretaria de Descentralización, Gladys González, nunca concurrió a la Legislatura para dar explicaciones.