Desde todo el arco político criticaron el enroque entre Cristina y Néstor Kirchner. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, optó por centrarse en los incidentes: “Desde esa violencia no se puede convocar a ninguna concertación”, advirtió. En tanto, dos de los ex transversales cuestionaron la “pejotización” de Kirchner. “La pejotización alimenta una estructura funcional a cualquier ideología, a la que cualquier colectivo la deja bien”, analizó el intendente de Morón, Martín Sabbatella. “¿Se puede construir un proyecto transversal con Moyano en el palco, a los palazos entre la Uocra y Camioneros?”, se preguntó el ex candidato a gobernador cordobés Luis Juez.

“Eso no tiene nada que ver con el discurso de hace tres años de Kirchner”, recordó Juez, quien cuestionó el cambio de roles en el acto: “Me parece grave que cuando tiene que gobernar Cristina, gobierna Néstor y cuando tiene que hablar Néstor, habla Cristina. Esa confusión de roles hace que no tengamos presidente”, arremetió. Por su parte, Sabbatella destacó que “es un error que Kirchner se pare en esa estructura. La Concertación Plural termina siendo una estructura satelital del PJ”. El intendente de Morón destacó que al PJ “cuando deja de convenirle, no los apoya más; lo estamos viendo ahora con la discusión del campo”. “Terminamos bancando más las retenciones los que no estamos en el dispositivo oficial que algunos que son kirchneristas”, observó.

En una charla que compartió con su compañero de fórmula en 2009, Alfonso Prat Gay, Carrió quiso “pedirle a Dios que nos salve de la violencia que vimos en el acto de esta tarde”. “Vienen momentos difíciles y violentos al interior del poder”, pronosticó. En tanto, el peronista Gerardo Conte Grand no pudo con su genio: “Néstor Kirchner le prestó por un rato el escenario del PJ, pero lo que esperamos es que le transfiera de una vez el gobierno de la Nación”, chanceó. “Kirchner se encargó de presentar a su esposa, como dándole permiso, acentuando la sensación de vacío y debilidad en que se encuentra la Presidenta”, interpretó Patricia Bullrich.

Por su parte, el senador radical Gerardo Morales destacó que “tan mal está el gobierno kirchnerista que el acto ha sido un fracaso. El matrimonio no ha podido ni siquiera movilizar a los piqueteros rentados para llenar la cancha”. “El final, además, ha mostrado claramente el estilo violento del Gobierno”, cuestionó. El presidente del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, advirtió que el discurso de la Presidenta “no aporta nada diferente a la coyuntura política”. “Ojalá que la convocatoria del discurso de Cristina al diálogo y a la unidad no sea una frase hecha y que se concreten en una búsqueda de la concertación, para la superación del conflicto planteado con el sector agropecuario”, deseó Giustiniani.

En el mismo sentido se pronunció el jefe de bloque PRO en Diputados, Federico Pinedo: “Esperemos que esta vez el Gobierno cumpla con sus palabras de llamado al diálogo y a la concordia”. Aclaró, enseguida, que “en verdad no somos muy optimistas porque vemos cómo actúan sus voceros, entre ellos D’Elía, Moyano y Moreno”.

El lavagnista Jorge Sarghini también cuestionó el enroque entre los Kirchner en el acto: “Me sorprendió, porque era un acto claramente partidario. Expresa la confusión entre gobierno y partido. Y esa confusión también la vemos en los momentos de toma de decisiones en el Gobierno”, dijo. Por su parte, el diputado del ARI Autónomo Carlos Raimundi destacó que “el jefe del partido habla sobre los temas del Estado y la jefa de Estado habla en los actos partidarios”.