Desde Salta

Por primera vez en cinco años del kirchnerismo en el Gobierno, el Ejecutivo se enfrentará hoy con un escenario nuevo: la aparición de un nuevo bloque de poder que compite por las pantallas, que obligará a los canales de TV a dividir sus coberturas y hará inevitables las comparaciones. Hoy se contrastará la capacidad de convocatoria, el tono de los discursos, los gestos y los símbolos de cada cual. “Van a intentar generar un clima de doble poder”, resumió ayer a Página/12 un funcionario que se desempeña en la estructura de comunicación del oficialismo. El Gobierno se preparó para eso. Por eso, cuando la Presidenta aterrice hoy en Salta para asistir al Tedéum por el 25 de Mayo y luego encabece un acto al pie del Monumento a Güemes, el mensaje oficial buscará reforzar la idea de Nación, el federalismo, la autoridad presidencial y la vocación al diálogo ante el conflicto rural. Como parte de esa estrategia, es muy probable que Néstor Kirchner se quede en Buenos Aires. Al menos, hasta ayer a la tarde ésa era la información que circulaba alrededor del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

Que será un día inédito para el oficialismo no hay dudas. Y la novedad se podía comprobar en cada diálogo con los funcionarios y empleados asignados al protocolo de la Presidencia. Todos los tiempos, las horas previstas para cada actividad de la agenda, se planificaron pensando en lo que a esa misma hora podría estar pasando en Rosario. Y se decidió recurrir a la cadena nacional, una potestad del Ejecutivo en cada fecha patria, para garantizar que todos los medios de comunicación transmitan en vivo el discurso de la Presidenta sin partir la pantalla (ese recurso técnico habría permitido ver a CFK en Salta y al mismo tiempo exhibir las reacciones que iba generando en Rosario). La cadena nacional durará alrededor de una hora: comenzará entre las 13.30 y las 14, cuando la mandataria llegue al escenario al pie del Monumento a Güemes, y terminará una vez que hayan hablado el gobernador anfitrión, Juan Manuel Urtubey, y la propia Presidenta.

Mientras haya cadena nacional, todas las emisoras de televisión deberán tomar la señal enviada por el canal público. El resto de las actividades de la jornada serán transmitidas por cadena oficial, que no es lo mismo: esta opción permite que los medios privados puedan elegir si emiten al aire, o no, las imágenes que llegan de la cobertura oficial. La agenda de la Presidenta comenzará a las 12.30 en la catedral de esta bellísima ciudad, donde el arzobispo Antonio Cargnello encabezará el Tedéum que este año incorporará una novedad a la tradición conservadora de aunar Estado y religión. Aparte de Cargnello, en la celebración participarán religiosos de cultos ortodoxo, anglicano, luterano y judío.

Aunque la mayor expectativa estará concentrada en el discurso de la Presidenta, el Tedéum también tendrá lo suyo. En un primer momento el Gobierno había intentado modificar la tradición con un cambio en la ceremonia habitual: se había propuesto reemplazar el sermón por una oración ecuménica de todas las religiones. Tras una serie de contactos entre el Gobierno y el Episcopado, el arzobispo hará su homilía. Para los funcionarios que viajaron a Salta para preparar el terreno, el contenido del sermón era anoche uno de los temas de conversación. Un discurso muy crítico podría perturbar los ánimos en una jornada que ya se imagina bastante agitada.

Una hora más tarde de la ceremonia en la Catedral, luego de un almuerzo protocolar en la Casa de la Cultura, llegará el turno de las multitudes. Según los hombres del Gobierno que se encargan de la logística en los actos, la convocatoria alrededor del monumento a Güemes llegará a las “60 mil personas reales”. La mayor parte de los asistentes provendrá de Salta y las provincias cercanas, sobre todo de Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero y Chaco. Se prevé también una participación importante de los movimientos sociales, que enviaron micros con simpatizantes desde distintos puntos del país. Las organizaciones que más aportarán, se supone, serán Túpac Amaru de Jujuy, Barrios de Pie, la Federación de Tierra y Vivienda y el Movimiento Evita. En los últimos días también llegaron micros de La Cámpora y otros sectores de la juventud K.

Todos los asistentes llevarán muchas banderas argentinas y pocas identificaciones partidarias o de sectores políticos. La instrucción circuló entre los responsables de cada espacio: la idea es no dejar en manos de las cámaras patronales del campo la apelación a “lo nacional” o la intención de representar a la Patria. Si en el llano abundarán las banderas celestes y blancas, en el palco habrá una atención especial por cotejar quiénes se pegaron el faltazo. Anoche estaban confirmadas las presencias de los gobernadores de Buenos Aires, Chaco, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, San Juan, Formosa y Entre Ríos. Catamarca enviará a su vicegobernadora, Lucía Corpacci, ya que el gobernador Eduardo Brizuela del Moral hizo trascender su alineamiento con las entidades ruralistas. De Misiones llegará la vicegobernadora en ejercicio del Ejecutivo, Daniela Jiménez.

A la hora de las asistencias, la expectativa mayor será si se confirma la anunciada ausencia de Kirchner. También podría faltar el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien ayer hizo saber que se encontraba con mucha gripe. Si Kirchner llega a permanecer en la quinta de Olivos, se cumplirá lo que anoche decían varios funcionarios de la Rosada. “Mañana (por hoy) Néstor va a quedar en segundo plano. Pero, ojo, si ellos tienen a De Angeli, nosotros lo tenemos a él.”