El presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, recibió ayer a un centenar de intendentes de la provincia de Buenos Aires en otro encuentro en la búsqueda de voluntades a favor del gobierno de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, en medio del conflicto con las entidades agropecuarias. “Dios quiera que apareciera en nuestro país una derecha democrática y no esta derecha golpista que aparece queriendo ganar o ganar; ¿ganarle a quién?, ¿a otro argentino?”, dijo Kirchner ante intendentes de distintos partidos políticos. El ex presidente aseguró que lo que está en discusión ya no son las retenciones móviles sino que “acá se está discutiendo sobre el poder” y les lanzó un desafío para los ruralistas: “¿Si tienen tanta representatividad como dicen por qué no liberan las rutas?, ¿por qué no dejan de extorsionar al pueblo?”, acusó.

Según el relato de los participantes del encuentro, Kirchner fue tanto o más duro con los dirigentes rurales como en los actos públicos que protagonizó desde que asumió como presidente del PJ. En la extensa reunión realizada en el Hotel NH, a media cuadra de la Plaza de Mayo, dedicó un largo tramo a defender el modelo económico. “Es el que nos ha servido para generar más empleo, para recuperar la industria, para empezar a salir del infierno y ahora viene el otro proceso, el de consolidar lo hecho con esfuerzo”, afirmó. Agregó que “no se puede seguir esperando el derrame como decían en los ’90, ahora la equidad debe llegar a todos”.

Sin embargo, los pasajes más ríspidos fueron los dedicados al conflicto con las entidades agropecuarias, que ya lleva casi 100 días y, con el agregado del paro de transportistas, amenaza nuevamente con generar desabastecimiento. “No entiendo –agregó Kirchner– a esta dirigencia tan autoritaria que nos quiere imponer las cosas; no entiendo por qué cuando estaban fundidos y quebrados había que ayudarlos y todos debíamos hacer el esfuerzo y ahora cuando obtienen una rentabilidad extraordinaria no quieren poner un peso para redistribuir el ingreso; la renta extra es de todos los argentinos.”

Un párrafo aparte le dedicó a la Federación Agraria, la entidad que agrupa a pequeños y medianos productores, una de las que mantiene la postura más dura en la confrontación con el Gobierno y que, según Kirchner, “representa a una nueva clase media alta”. “Hoy no es la misma que luchó contra la dictadura en el ’76, hoy no defienden a los pequeños productores, hoy arriendan los campos y en seis meses logran un 30 por ciento de ganancias”, aseguró el ex presidente. Les mandó un mensaje: “Que no se abracen a los símbolos patrios, porque los símbolos patrios son de las mayorías”.

Los participantes del encuentro relataron que el presidente del PJ retomó sus críticas hacia los medios de comunicación. “Estos sectores hoy se alían para discutir el poder junto a lo que yo llamo los fierros mediáticos, que vendrían a ser las bayonetas de antes. Lo único que les pido que informen, sí, pero que digan la verdad”, acusó Kirchner. En la mesa estuvo acompañado por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el vice Alberto Balestrini; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro de Interior, Florencio Randazzo, y el titular del Oncca, Ricardo Echegaray, entre otros.

Scioli, como vicepresidente del partido, habló antes que Kirchner y comenzó su discurso parafraseando un dicho del general Perón: “Los cambios se hacen con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”. A su turno, Kirchner tampoco dejó afuera a los políticos que le critican el “doble comando”. “Antes me decían ‘ahí va Chirolita’, y ahora hablan del poder bifronte. No entienden nada y creen que diciendo esas cosas nos van a desgastar. Qué equivocados están”, afirmó.

Cerca de las 18, el salón del NH estaba colmado de jefes comunales. Entre otros, los históricos Alejandro Granados de Ezeiza, Hugo Curto de Tres de Febrero o Raúl Othacehé de Merlo. También, mezclados entre los peronistas, participaron algunos radicales K como Mario Meoni de Junín o Gustavo Posse de San Isidro.

Informe: Sebastián Abrevaya.