Alfredo De Angeli venía avisando hace días su intención de instalar la “carpa verde” frente al Congreso. Su idea era trasladar la movilización del interior a la Capital para monitorear el accionar de los legisladores. Pero finalmente, tanta advertencia le jugó en contra. Rápidos de reflejos, ya desde el sábado sectores del oficialismo le ganaron de mano al levantar sus propias carpas copando toda la cabecera de la Plaza del Congreso. Todo indicaba que “el campo” no tendría su rincón. Y ahí fue que ayer entró en acción el macrismo, argumentando que los K no habían pedido la solicitud correspondiente. Fue así que sin el apoyo de la Policía Federal improvisaron dos desalojos ante las cámaras, cuestión que motivó forcejeos, escupitajos y tensión. Sin embargo, por la tarde las cosas se calmaron cuando tanto los ruralistas como el oficialismo pidieron formalmente ante las autoridades del gobierno porteño la autorización correspondiente. Luego de las escaramuzas mediáticas, Páginai12 pudo saber que para hoy se espera que el macrismo acepte las solicitudes y les asigne un espacio similar a ambas estructuras.

Todo comenzó por la mañana, cuando funcionarios macristas encabezados por el jefe de Gabinete del ministro de Ambiente y Espacio Público, Fabián Rodríguez Simón, se hicieron presentes en la plaza para informar a los militantes K que las cuatro carpas instaladas se encontraban en una situación irregular.

Pero las críticas no sólo se remitían a las falencias formales de los grupos oficialistas. Rodríguez Simón recordó la tragedia del joven tucumano, que falleció el miércoles último en la Plaza de Mayo cuando se le cayó un farol en la cabeza, para justificar sus cuestionamientos a los carteles y los pasacalles colocados en las columnas y los postes de alumbrado público. La guardia de auxilio, que habitualmente se encarga de la logística de los eventos de la ciudad, intentó removerlos, pero se encontró con la resistencia de los organizadores.

Los funcionarios se retiraron, radicaron una denuncia por resistencia a la autoridad y solicitaron la asistencia de la Policía Federal, que nunca se hizo efectiva. A media tarde, Rodríguez Simón volvió, intentó otra vez y habló con los medios sin quitarse el escupitajo de su cara. La televisión mostraba a Luis Saboyardoun, un empleado del Ministerio de Espacio Público supuestamente herido que el SAME trasladó al hospital Rivadavia.

Luego, en conferencia de prensa, el encargado de brindar información fue el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. “Previendo esta situación, nos acercamos ayer al Congreso para avisarles que tenían que pedir permiso. No sólo no lo hicieron, sino que así como están instalados no están garantizadas las condiciones mínimas de seguridad”, explicó, para después añadir: “Ante los incidentes, que terminaron con una agresión a uno de nuestros agentes, pedimos apoyo a la policía más de una vez y seguimos esperando la respuesta. Por la demora hay que preguntarle a Aníbal Fernández”. Lo acompañaban el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, y el de Espacio Público y Medio Ambiente, Juan Pablo Piccardo. Mientras, los sectores apostados en la plaza afirmaban haber cumplido con todos los requisitos pertinentes y que si no lo hicieron antes fue porque el fin de semana las oficinas gubernamentales estaban cerradas. Su interpretación fue política: “Noso-tros no nos oponemos a que los ruralistas instalen la carpa verde, esa del color de los dólares que están ganando. Con esto lo que queda claro es que el macrismo tiene una visión trastocada de lo que es el espacio público. Ahora que se propone un debate cívico se escandalizan, pero hace dos meses cuando vino Palau cortaron todo el microcentro”, aseguró el legislador porteño Juan Cabandié. En la misma línea, el diputado kirchnerista Edgardo Depetri añadió que el macrismo “ha jugado claramente a favor del lockout patronal agrario”.

Lo cierto es que la ocasión fue la indicada para que el macrismo volviera a su puja por el manejo de la Policía Federal. A través de la disposición 361 de la Dirección General de Ordenamiento del Espacio Público y mediante la guardia de auxilio era claro que no iban a lograr el objetivo de desalojar la plaza. Como ocurrió en el desalojo de los cartoneros de febrero, precisaban de la intervención policial, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que conduce Aníbal Fernández. Pero esta vez, a pesar de que la situación legal era similar, la fuerza pública brilló por su ausencia.

De cara al futuro, Páginai12 pudo saber que hasta ayer ni el oficialismo ni las entidades rurales habían presentado la solicitud correspondiente ante las autoridades de la ciudad. El campo lo había hecho informalmente el viernes y el kirchnerismo se había limitado a presentar una carta informativa. Sin embargo, luego del escándalo, tanto unos como otros se encargaron de hacerlo. Así se lo confirmó Piccardo a este diario: “Afortunadamente, por la tarde de hoy (por ayer) representantes de Compromiso K presentaron la solicitud correspondiente. Ahora se están evaluando las condiciones del espacio para uno y otro. Esperemos que para mañana (por hoy) esté todo normalizado, pero para eso necesitamos que retiren las carpas chicas y que no se instalen en las plazoletas donde están las paradas de los colectivos”.

Informe: Diego González