Ante las cámaras de televisión montadas a la salida de la Casa Rosada, los dirigentes del agro valoraron el restablecimiento del diálogo con el Gobierno. Sin embargo, lo que predominó fue el malestar por la negativa oficial a tratar el tema de las retenciones y por las cifras de exportaciones agropecuarias que les expuso la Presidenta durante el encuentro, las cuales luego hizo públicas el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a través de un Powerpoint. Los datos muestran un crecimiento de las ventas al exterior de 28 por ciento en cantidades y 63 por ciento en dólares entre enero y mayo, y fueron utilizados para plantear que mientras se perjudicó el abastecimiento interno los empresarios siguieron exportando normalmente.

“Esto no fue un paro contra el interior de la Argentina. En realidad se paró el grano de exportación. Lo que pasó es que hubo bastantes granos en los puertos”, se limitó a responder Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales, al ser consultado sobre el tema. Una fuente del sector agregó luego a Páginai12 que ese repunte en las ventas no fue responsabilidad de los productores sino de las grandes exportadoras que, para cumplir con sus compromisos internacionales, importaron soja de Paraguay en barcazas que fueron directamente a los puertos de Santa Fe, para luego ser enviadas al exterior.

Se estima que cuatro millones de toneladas de soja ingresaron al país bajo esa modalidad, lo que ayudó a incrementar las ventas un 18 por ciento en cantidades durante los primeros cinco meses del año, según datos de la Aduana. “Seguro tuvieron un gasto adicional por flete, pero prefirieron afrontar ese costo extra antes que tener que incumplir los contratos con sus clientes”, agregó la fuente consultada por este diario.

No obstante, también aumentó la exportación en cantidades de maíz (9 por ciento) y harinas (52), habiendo disminuido solamente las ventas al exterior de carne (-14) y trigo (-5,7 por ciento). Para justificar los primeros dos casos se hizo referencia a que los exportadores tenían granos acopiados en los puertos y también se plantearon dudas sobre la rigurosidad de las estadísticas difundidas.

–Otra vez nos chicanearon con un Powerpoint basado en datos dudosos y encima lo utilizaron para acusarnos de exportar al mismo tiempo que supuestamente provocábamos desabastecimiento –señaló un dirigente del sector a Páginai12.

–¿Y por qué no reaccionaron de la misma forma en que lo hicieron el 22 de mayo cuando Alberto Fernández presentó otro Powerpoint en el Ministerio de Economía luego de reunirse con ustedes? –preguntó este diario.

–Porque queremos ver qué pasa en el Congreso con las retenciones. Hay expectativas, pero vemos que la voluntad del Gobierno es seguir como hasta ahora. Si finalmente no hay cambios les vamos a pasar la factura.

Ayer los ruralistas le pidieron a la Presidenta que se deroguen las retenciones móviles, pero la respuesta fue que el tema ahora está en manos del Congreso. También se habló de la necesidad de mejorar los incentivos para quienes producen leche, carne y trigo y sobre la necesidad de potenciar las economías regionales y prever algún apoyo extra para las zonas que están en emergencia agropecuaria por la sequía. Sin embargo, no se avanzó en la discusión técnica. Tampoco se agendó otra reunión. Los ruralistas dijeron que Alberto Fernández quedó nuevamente a cargo de la negociación y que se comprometió a llamarlos, aunque no aclararon cuándo.

Cuando se les pidió que calificaran la reunión, los dirigentes del agro se limitaron a las declaraciones de rigor sin manifestar entusiasmo. “Ni optimista ni pesimista: realista”, afirmó Buzzi, redefiniendo una vieja máxima peronista utilizada para tomar distancia de yanquis y marxistas. Luego reveló que la Presidenta les pidió no volver a las rutas. “Nuestra aspiración es no volver, pero debe haber soluciones. En particular para los productores más vulnerables. Me voy con preocupación porque no está claro cómo se va a interrumpir el proceso de concentración de la tierra”, concluyó.