“¿Qué quieren que haga: que se meta en su despacho?”, se preguntó ayer el cobista Juan Carlos Jaliff acerca de Julio Cobos y advirtió que “si querían un vicepresidente para eso, lo eligieron mal, porque él es un hombre de estar en permanente contacto con la gente”. Jaliff, quien renunció a la dirección del Instituto Nacional de Vitivinicultura, se quejó de que “ahora estamos entrando en un estado de paranoia” y reivindicó el derecho de Cobos a juntarse “con intendentes o recorrer la Rural”. Cada vez más distanciado de la Rosada, Cobos encabezará el próximo martes una reunión con los radicales que lo siguen para avanzar en el armado de un espacio político propio y no viajará en representación de Cristina Fernández a República Dominicana para participar el próximo sábado de la reasunción del presidente de ese país, Leonel Fernández. El Gobierno le asignó esa misión al presidente provisional del Senado, José Pampuro. “A lo de Cobos no hay que dramatizarlo. Cobos tomó una posición diferente frente a la ley de retenciones. No somos hipócritas y decimos que no compartimos la posición que en ese momento adoptó”, afirmó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y –tal como hacen los cobistas– se cuidó de aparecer como rupturista. “Por supuesto que Cobos pertenece al Poder Ejecutivo y es parte de la Concertación”, afirmó el funcionario, y añadió que “la Concertación son políticas de Estado vinculadas a un modelo de país”.