La posibilidad de que Néstor Kirchner sea el próximo secretario ejecutivo de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) está muy cerca de convertirse en realidad. A pesar del silencio con que se viene manejando la Cancillería, la visita del presidente ecuatoriano Rafael Correa facilitará la negociación de un punto imprescindible para que Kirchner asuma el cargo: el traslado de la sede permanente de Unasur de Quito a Buenos Aires. Correa llegó anoche al país, hoy a las 11 compartirá un desayuno con la Presidenta y su esposo en la quinta de Olivos. La decisión de nombrar a Kirchner en la secretaría ejecutiva se habría acordado durante la reciente visita del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a la Argentina, hace diez días. En la Casa Rosada incluso se llegó a escuchar que Unasur estaría dispuesta a correr con los gastos que implica la compra de un edificio en Buenos Aires.

Según pudo saber PáginaI12 de fuentes oficiales y especializadas en política exterior, Kirchner estaría dispuesto y “con muchas ganas” de ser el próximo secretario ejecutivo de Unasur. El otro candidato con chances de asumir el cargo es el ex mandatario chileno Ricardo Lagos, con quien Kirchner tiene una muy buena relación. Según relataron a este diario dirigentes del oficialismo que estuvieron con Kirchner en los últimos días, Lagos no tendría demasiado interés por encabezar Unasur: el socialista chileno estaría preparándose para presentarse otra vez como candidato a la presidencia del país trasandino para las elecciones del año que viene.

Para darle prestigio, los presidentes de la región habían acordado que la secretaría general del organismo fuera ocupada por un ex mandatario. El principal candidato era el ecuatoriano Rodrigo Borja, pero desistió antes de asumir, disconforme con las atribuciones del cargo.

Además de Lula, el nombramiento de Kirchner en Unasur tendría garantizado el respaldo de Hugo Chávez, Evo Morales y del propio Correa. En su estadía en Buenos Aires, Lula habría dicho que su favorita para sucederlo en el Palacio de Planalto dentro de dos años, la actual ministra de la Casa Civil Dilma Rousseff, podría viajar a Buenos Aires cuando empiece su campaña como candidata presidencial. En ese caso, el viaje tendría como excusa reunirse con el eventual secretario ejecutivo de Unasur y visitar la nueva sede del organismo. A fines de julio, durante una visita al estado de Bahía, en el nordeste de Brasil, Lula presentó a Rousseff como su candidata a sucederlo en 2010. “Por favor traten bien a mi candidata a presidente”, le habría comentado al gobernador local.

La primera información sobre el posible nombramiento de Kirchner en Unasur fue publicada por PáginaI12 el domingo pasado. El tema se tocará hoy a la mañana en el desayuno que Correa compartirá con CFK y su esposo. Junto al presidente ecuatoriano estarán su hija, su esposa Anne Malherbe (de origen belga), la canciller María Isabel Salvador y el ministro de Obras Públicas, Jorge Marún. Tras el desayuno con el matrimonio presidencial, Correa tiene previsto realizar un sobrevuelo por el delta del río Paraná: uno de los motivos que lo trajo a Buenos Aires es un proyecto de realizar obras de hidrovía en los caudalosos ríos de su país. La agenda del mandatario ecuatoriano en la Argentina continuará mañana con un viaje a Puerto Iguazú, donde visitará el Parque Nacional en el que se hallan las cataratas. También será agasajado con un almuerzo organizado por el gobernador de Misiones, Maurice Closs. Más tarde, Correa cruzará la frontera para aterrizar en Paraguay: allí asistirá a la asunción del presidente electo, Fernando Lugo. También lo hará Cristina Kirchner.

En Asunción ambos se encontrarán con Lula, Hugo Chávez, Evo Morales, Michelle Bachelet y Tabaré Vázquez. Habrá que ver si se convierte en la ocasión propicia para anunciar cambios en Unasur.