La presidenta Cristina Kirchner y su par Hugo Chávez cobraron protagonismo en los alegatos inaugurales del juicio de la valija que transcurre en Miami. El fiscal Thomas Mulvihill afirmó que los 800 mil dólares que le incautaron a Guido Alejandro Antonini Wilson al llegar a Buenos Aires el año pasado eran “para la campaña presidencial de la entonces candidata en Argentina”, a quien aludió con nombre y apellido. Al único acusado, Franklin Durán, le imputa haber actuado como agente ilegal de Venezuela en Estados Unidos para lograr que el valijero no hablara sobre el origen y destino de la plata. El abogado defensor, Edward Shohat, sostuvo que la historia fue al revés: “Antonini les decía a funcionarios de Venezuela: ‘Si no me dan dos millones de dólares le cuento todo a la prensa’”. “Incluso –añadió– le escribió una carta al presidente Chávez.” Pero no lo habría hecho por su cuenta, sugirió Shohat, sino como parte de una trama montada junto con el FBI contra el gobierno venezolano.

Durán está preso desde diciembre del año pasado, igual que otros tres hombres acusados de participar en la misma conspiración, pero él es el único que proclama su inocencia. Los demás son arrepentidos que han devenido testigos en su contra luego de pactar una reducción de la pena con la fiscalía a cambio de colaboración. Un miembro de este trío, Moisés Maionica, comenzó a declarar ayer. Para regocijo del fiscal Mulvihill, aseguró que Chávez le encomendó al director de inteligencia de Venezuela, Henry Rangel Silva, “que se encargara de todo el trámite del asunto de Antonini”. Maionica contó que se había reunido varias veces con Rangel Silva. “Me dijo que el presidente, molesto por la situación, le encargó el asunto desde el punto de vista operativo y que Rafael Ramírez (que presidía Pdvsa) había sido relevado del control de la situación.”

Mulvihill –que actúa en representación del gobierno norteamericano–- tiene que demostrar ante el jurado su teoría de que Durán actuó como un agente encubierto (o no registrado) del gobierno venezolano. Debe probar, entonces, su vinculación con esa administración. En diversos documentos incorporados al expediente ya señaló la supuesta intervención de la dirección de inteligencia (Disip) venezolana como un punto clave de su acusación. También sostiene que la plata salió de Pdvsa y que Antonini cargó el maletín a pedido de otro pasajero sin saber qué había adentro.

Ayer el fiscal afirmó una vez más que buena parte de las evidencias con que cuenta surgen de conversaciones que Durán mantuvo con su ex socio y amigo Antonini, que lo grabó con cámaras y micrófonos ocultos en colaboración con el FBI luego del episodio de la valija. En su relato ante el jurado, Mulvihill reconstruyó los encuentros y llamados telefónicos que están registrados. En ese contexto fue que mencionó que los diálogos “reflejan claramente a dónde iba el dinero”. “Iba a la campaña de Cristina Kirchner –enfatizó– y fue Franklin Durán quien le dijo a Antonini cuál era el destino del dinero.” “El gobierno de Venezuela intentaba influir en el proceso electoral de Argentina”, se despachó.

Maionica seguirá declarando hoy, y luego llegará el turno de los otros arrepentidos, Carlos Kauffman –también ex socio de Durán y Antonini– y el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello. Ellos también fueron grabados y/o filmados. El testimonio de Antonini, figura estelar del juicio, también será central para el fiscal. La defensa de Durán apuesta a desbaratar a toda costa su credibilidad y viene planteando desde hace tiempo que habría hecho un acuerdo con el gobierno norteamericano para evitar su extradición a la Argentina, donde lejos de testigo clave es principal acusado.

Al momento de su alegato, el abogado Shohat argumentó que como su cliente conocía a ciertos altos funcionarios venezolanos –entre quienes mencionó al ministro del Interior, Tarek El Aissami–, Antonini le pidió ayuda en carácter de amigo después de que le incautaran el maletín. Según el letrado, Durán le recomendaba: “Gordo, buscate un abogado en Argentina, el problema es allá”. Pero nunca –acotó– lo forzó a mentir. “Durán no es responsable de nada, no sabía qué contenía el maletín ni viajó a la Argentina”, dijo. El Aissami, por su lado, salió a decir por los medios de su país que las versiones que lo ligan al affaire del maletín son “basura del imperio norteamericano” (ver aparte).

Antonini –señaló Shohat– pretendía un acuerdo con el gobierno de Venezuela para tapar los hechos y obtener documentación falsa con ese objetivo. De ahí, explicó, que les advirtiera a algunos funcionarios que si no le daban dos millones de dólares contaba todo. Existe una carta de Antonini a Chávez vinculada con este asunto, reveló el abogado, y planteó que en realidad habría sido confeccionada por el FBI con el propósito de involucrar a Chávez. Ayer declaró una traductora de esa agencia federal y admitió que tradujo una carta que estaba dirigida al presidente venezolano.