Después de dos días de huelga, los maestros porteños convocaron a una semana de “alerta y movilización”, una asamblea de docentes para el lunes próximo y reuniones con legisladores antes de evaluar un nuevo paro.

“Realmente hay una tozudez y cerrazón nunca vista”, señaló Ctera en un comunicado. Para el gremio, la adhesión fue del 98 por ciento. El ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, salió al cruce. Dijo que el paro no fue masivo, que la adhesión en escuelas públicas no superó el 70 por ciento y que la medida tiene un “claro” componente político.

El paro docente de la ciudad por un aumento de 20 por ciento del sueldo no logró modificar la posición del gobierno de Macri. A pesar de que la huelga se extendió durante 48 horas y que convocó a la movilización del miércoles con unos 3500 docentes, no hubo un llamado a dialogar ni una propuesta para comenzar a discutir.

“La cerrazón de (Mauricio) Macri y (Mariano) Narodowski está llevando a la educación a una crisis producto de la desinversión y del vaciamiento”, indicó Alejandro De Michelis, vocero de UTE-Ctera. “No están dispuestos a abrir ningún canal de diálogo como los que se están abriendo en la provincia de Buenos Aires o en cualquiera de los otros lugares.”

La semana pasada, y por radio, los maestros escucharon la aclaración que les faltaba: “Tendrán el cero por ciento de aumento”, dijo el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri. Ayer, el ministro de Educación Mariano Narodowski dijo que el paro era “político”. “Es importante distinguir lo que es el reclamo genuino de los docentes, que quieren un aumento salarial, de lo que es el componente político –indicó–: acá, claramente, es evidente. En las marchas se pide la cabeza de Macri.”

Para revertir el escenario, los maestros seguirán durante toda la semana con la protesta. Luego de la asamblea prevista para el lunes, tendrán dos entrevistas con la Comisión de Educación de la Legislatura y la Defensoría del Pueblo para pedirles una mediación. Como han hecho hasta ahora con los paros de septiembre, esperarán unos días, intentarán encontrar un canal de negociación y recién entonces evaluarán la opción de otra huelga. La medida tiene el aval de los maestros de escuelas públicas y privadas afiliados a UTECtera, Ademis, Sadop, AMC y la Asociación de Educadores Porteños a los que se sumaron los sindicatos ADEF, Sedeba, Seduca, ADIA, AMET y Educaes.