EL PAíS › POR LA CRISIS, BRASIL COMPRA MENOS RODADOS Y ENARGENTINA LO SUFREN LOS AUTOPARTISTAS

La exportación pisó la banquina

Dos terminales ya anunciaron reducción de jornadas de trabajo para achicar la producción, debido a la menor demanda desde Brasil. Las autopartistas dicen que a ello se suma la pérdida de competitividad porque el dólar no sube.

Los fabricantes de autopartes señalaron ayer que, por los planes de ajuste de la producción en las terminales, podrían verse afectados más de mil puestos de trabajo en el sector. La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) lanzó la advertencia luego de que se conociera que varias automotrices, entre ellas PSA Peugeot y General Motors, tenían previsto reducir las jornadas de trabajo a raíz de una merma en la demanda de vehículos desde Brasil, principal mercado para las exportaciones argentinas. Otro impacto de la crisis global, con epicentro en el sistema financiero de Estados Unidos, sobre la economía real argentina lo constituyó ayer la sensible baja en las cotizaciones internacionales y locales de la soja, el maíz y el trigo. La primera, con una caída del cinco por ciento, se colocó en el mercado interno en su valor más bajo de los último once meses.

AFAC manifestó ayer “gran preocupación” por la reducción en los planes de producción que han comenzado a implementar las terminales en Argentina. Hasta ahora, las que informaron bajas en sus programas de producción para el mes corriente son PSA Peugeot y General Motors. La firma francesa, con planta en El Palomar, informó la reducción de la jornada en una hora por turno, para adecuar la producción a las condiciones de la demanda. En el caso de la norteamericana GM, cuya terminal se ubica a la entrada de Rosario, anticipó que suspenderá la producción en la última semana del mes “por el freno en la demanda brasileña”. El ritmo normal de trabajo de GM es de 120 mil unidades fabricadas en el año, de las que destina 58 mil (prácticamente el 50 por ciento) al mercado del vecino país.

Fiat Auto, por ahora, no vería afectados sus planes de producción, según indicó su titular, Cristiano Ratazzi, que sin embargo reconoció que “bajaron las ventas y los mercados externos, que teníamos hace tres meses, hoy ya no están”, en declaraciones a un medio especializado.

“No debemos perder de vista la alarmante pérdida de competitividad que nuestro sector viene registrando por causas de índole interna preexistentes e independientes de la mencionada crisis global”, señaló AFAC en el comunicado distribuido ayer. La expresión alude al nivel del tipo de cambio, fundamentalmente, como factor que le restaría competitividad al sector al no haberse ajustado al ritmo de la evolución de los costos, incluido el salarial.

“La situación se ve agravada por la existencia de otras amenazas, tales como la eventual depreciación cambiaria en Brasil, lo cual sin dudas impactaría en modo determinante en las decisiones de fabricación de nuevos modelos de automóviles y/o en las localizaciones de piezas”, agrega AFAC en su pormenorizado informe. Las terminales radicadas en Argentina, en su mayoría tienen a la vez filiales en Brasil o en México y entre sus distintas radicaciones definen qué modelo producirán en cada una, para luego intercambiarlo internacionalmente entre sus propias filiales, para abastecer con una más amplia gama cada mercado nacional. Los fabricantes de autopartes independientes, que no son propiedad del mismo holding de la terminal, quedan supeditadas a que las decisiones de producción de las automotrices se correspondan con el país en el que trabajan.

La producción autopartista también está sujeta a un activo proceso de intercambio internacional, subordinado a las decisiones de compra de las terminales. AFAC precisó, en tal sentido, que la balanza comercial de autopartes se ha vuelto fuertemente deficitaria para Argentina, alcanzando en 2007 un saldo negativo de 4121 millones de dólares. De ese total, 1390 millones se originan en el déficit de intercambio con Brasil y otros 1635 millones en el comercio del rubro con la Unión Europea. La cámara empresaria estimó que el déficit llegará a fin de año a 6000 millones de dólares.

Los autopartistas subrayaron que el modelo automotor argentino “está sustentado en la exportación”. Por ello, señalan que “resulta indispensable e impostergable la aplicación de medidas tendientes a recuperar y preservar la competitividad” de la producción nacional. Ello debe interpretarse como una demanda de aumento del tipo de cambio nominal (devaluación) o, en su defecto, recibir compensaciones tributarias que mejoren el nivel de tipo de cambio efectivo que perciben los exportadores al momento de liquidar sus ventas externas. “Caso contrario, estaremos comprometiendo el futuro mismo del sector, aun habiéndose logrado superar la actual coyuntura económica internacional”, advierte AFAC.

En cuanto a los granos, la incertidumbre y la conducta de los especuladores, que venden sus posiciones de largo plazo para bajar su presencia en el mercado, se reflejó en la Bolsa de Chicago, donde tanto la soja, como el trigo y el maíz tuvieron bajas importantes. En Argentina (Bolsa de Rosario), el fenómeno se reflejó pero ampliado. Las pérdidas llegaron al 5 por ciento en Rosario, acumulando una caída del 34 por ciento en tres meses. El lockout de las entidades sumó incertidumbre, lo cual llevó a los operadores especulativos a elegir estar afuera del mercado en estas circunstancias.

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Las terminales comenzaron a reprogramar la producción a partir de octubre. Menores ventas externas.
Imagen: EFE
 
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