Elisa Carrió volvió a la carga contra el kirchnerismo. En una conferencia de prensa anunció la ampliación de su denuncia a miembros del Ejecutivo por supuesta asociación ilícita en la industria del juego. La líder de la Coalición Cívica apuntó nuevamente contra el ex presidente Néstor Kirchner y agregó que el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, era “el intermediario entre Cristóbal López y los gobernadores e intendentes”. La ex diputada contó que en 2005, el entonces intendente de Córdoba Luis Juez “fue inducido” por Zannini para que facilitara el ingreso del negocio de los juegos de azar en la ciudad. Carrió les reclamó a los gobiernos de la provincia de Buenos Aires y Capital que “paren este negociado”.

“Hay una cuestión de salud pública y salud social, están convirtiendo la Nación en un garito, como lo dijo la propia Iglesia. Es un dinero sacado a los pobres para hacer política electoral”, apuntó la líder de la Coalición y calificó de “gran aspiradora del salario de los pobres” los “negociados del poder y del propio Cristóbal López, a saber, testaferro directo de Néstor Kirchner”.

Las palabras de Carrió fueron respaldadas por Juez, su principal aliado político en Córdoba desde que se alejó del kirchnerismo. El ex candidato a gobernador ratificó la ofensiva para el ingreso del juego en la ciudad, pero aclaró que Zannini sólo se limitó a coordinar la reunión con López. “Es un tema que si le interesa al fiscal lo voy a corroborar. Tuve dos reuniones con Cristóbal López, no es nuevo, acá lo sabe todo el mundo”, dijo el cordobés y detalló que a mediados de 2005 consultó con su gabinete y decidió que el juego “no iba a prosperar” en la ciudad.

Juez –que no participó de la conferencia de prensa– confirmó el vínculo entre el secretario Legal y Técnico y el empresario, pero aclaró que Zannini no participó de las reuniones: “Me dijo que López era un amigo personal, que quería hablar conmigo y que me esperaba en su despacho”, relató. Carrió aseguró que “el propio López le habría ofrecido (a Juez) todo el dinero que necesitaba con una apertura de una cuenta en el exterior” y agregó que en ese momento el empresario “le pasa un papel y le dice ‘poné el número de cuenta del exterior, tenés asegurado el financiamiento de las diez próximas campañas’”.

Los gobiernos de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires quedaron involucrados en las declaraciones de Carrió porque mantienen con la Nación convenios para repartir el dinero del juego. Además, Macri envió el lunes un proyecto a la Legislatura para renovar el acuerdo que mantiene con el Ejecutivo nacional en la distribución de esos fondos. El jefe de Gobierno se justificó diciendo que se renegociarían los porcentajes, con lo que la ciudad podrá recaudar más. El gobernador Daniel Scioli pretende la aprobación en el Parlamento provincial de un proyecto similar antes de fin de año.

Acompañada por diputados de la CC, Carrió les pidió a ambos que “más allá de la apertura de cuentas en el exterior, piensen en la historia argentina y no le tengan miedo al jefe de la asociación ilícita Néstor Kirchner”. Carrió incorporó ayer a Zannini en la denuncia que ya tenía como parte de la supuesta asociación ilícita a Kirchner, López, el ministro Julio De Vido; el secretario de Transporte, Ricardo Jaime; los empresarios Lázaro Báez y Rudy Ulloa, y el ex titular del Occovi, Claudio Uberti.