Jueves, 18 de diciembre de 2008 | Hoy
EL PAíS › KIRCHNER JUNTO A MOYANO EN LA CENA DE FIN DE AÑO DE LA CGT
El ex presidente sostuvo que “paso a paso” habrá mejoras en la situación social. Moyano planteó la posibilidad del pago de 500 pesos para todos los trabajadores antes de fin de año. “Siempre nos sorprenden”, deslizó el camionero.
Por Martín Piqué
En su segunda aparición pública en 24 horas, Néstor Kirchner encabezó anoche la cena de fin de año de la CGT en lo que fue interpretado como un gesto de agradecimiento mutuo con el camionero Hugo Moyano. Antes de la comida, que se organizó en el polideportivo del gremio de los conductores de taxis en Boedo, Kirchner hizo un discurso ante 150 dirigentes sindicales. El ex presidente festejó la estatización de Aerolíneas resuelta en el Senado, volvió a criticar a los opositores y destacó lo que consideró logros de su gestión y de la de su esposa. Sobre el final, tras reconocer la dimensión de la crisis internacional, Kirchner insistió en que el Gobierno enfrentará sus efectos con “medidas proactivas, un fuerte plan de obras públicas e intervención del Estado en la economía”. “Todavía falta incluir a los desocupados, fortalecer la calidad del trabajo y la calidad institucional”, admitió Kirchner, y señaló que eso se dará “paso a paso”. Moyano lo escuchaba a un costado. Poco antes, el camionero le había deslizado un nuevo pedido en nombre de la CGT: el plus salarial de 500 pesos a cobrar por única vez en enero. “Siempre nos sorprenden en algo y por eso no perdemos las esperanzas de que antes de fin de año tengamos otra sorpresa”, planteó Moyano con una sonrisa.
El pedido de un plus salarial para todos los trabajadores fue uno de los temas más comentados en las mesas que llenaban el predio deportivo de Constitución y Quintino Bocayuva, bajo la autopista 25 de Mayo. Cuando Moyano lo planteó, desde las primeras mesas respondieron con gestos de felicitación. Poco antes, uno de los comensales había dicho a Página/12 que en la CGT no descartan que el Gobierno termine implementando una medida intermedia, como podría ser un plus salarial de 300 pesos por única vez. Moyano ya había agradecido por la eliminación de la tablita de Machinea, uno de sus reclamos históricos. Ese gravamen afectaba a los trabajadores de sueldos superiores a 7500 pesos, en particular a camioneros y petroleros. “Lo hizo esta Presidenta, no lo hizo el presidente anterior”, bromeó Moyano. Kirchner reaccionó con una sonrisa y haciendo el gesto de tirarse de la oreja. Sintonía fina, le dicen.
El brindis comenzó con la entrega de plaquetas por parte de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), en reconocimiento por el apoyo brindado a la cruzada por la nacionalización de Aerolíneas Argentinas. El dirigente de APLA, Jorge Pérez Tamayo, subió al pequeño palco y elogió al anfitrión Omar Viviani, a Moyano y por supuesto a Kirchner. El santacruceño aprovechó la votación favorable en el Senado para hacer de Aerolíneas un caso emblemático y defender una progresiva nacionalización de las empresas privatizadas. “Esto es una prueba de cómo se va terminando ese verso de que los trabajadores eran culpables de la situación de las empresas. Hoy Aerolíneas bajó el déficit el 63 por ciento y mejoró sustancialmente sus servicios. Austral ganó plata, tiene rentabilidad. Las pérdidas que tendría Aerolíneas, si las tuvo, fueron producto de que hubo gente que no la sabía administrar”, dijo Kirchner.
A diferencia del acto en el Teatro Argentino, esta vez Kirchner no nombró a ninguno de sus adversarios. Tampoco le dedicó tanto tiempo a alguno de ellos en particular, como había hecho en La Plata con el vicepresidente Julio Cobos. Al único que mencionó –lo hizo bajando la voz y enseguida se corrigió– fue al candidato de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay. “Un viejo presidente del Banco Central me trató de almacenero. Prefiero ser almacenero que entregador del patrimonio nacional”, aseguró Kirchner. El auditorio festejó con un prolongado aplauso. Entre los asistentes no sólo había gremialistas y delegados. En una de las mesas estaban sentados los ministros Florencio Randazzo (Interior) y Julio De Vido (Planificación), más los secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Comercio Interior, Guillermo Moreno. Los fotógrafos buscaron registrar el saludo de Kirchner, De Vido y los dos secretarios.
Como ya había hecho en La Plata, Kirchner volvió a pedir un de-sagravio para Eva Perón por el incidente de la pintura sobre el busto de Paraná. “Se siente/ se siente/ Evita está presente”, cantó entonces la multitud. Kirchner también nombró a Perón (“querido General”) y dijo que si Perón viera a la Argentina en este momento estaría perdonando al peronismo por haberse dejado llevar al neoliberalismo en los años noventa. Moyano festejó esa frase asintiendo con la cabeza.
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