Desde La Habana

Unos cincuenta argentinos que viven en Cuba esperaban a la presidenta Cristina Kirchner en la residencia de la embajadora Juliana Marino. CFK entró al lugar media hora después de lo anunciado, pero tenía una excusa que nadie podía cuestionar. “Seguramente me van a disculpar, pero vengo de estar con Fidel”, reveló. Luego comentaría algunos detalles: hablaron de política internacional, de la asunción de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos y del calentamiento global. La entrevista coronó el acercamiento entre Cuba y Argentina, que se plasmó en el viaje presidencial y fue la prueba de hasta qué punto el líder revolucionario quiso demostrarlo. “Lo considero una distinción a todo el pueblo argentino. El ama profundamente a la Argentina y a los argentinos”, aseguró la Presidenta entusiasmada.

Durante los preparativos de la visita de la Presidenta a La Habana, el Gobierno argentino había solicitado la entrevista con Fidel Castro. Pero todo dependía de su estado de salud. En el viaje de ida en el avión, CFK les anticipó a sus acompañantes que sería muy difícil concretar la reunión y que había hablado de ese tema con el presidente ecuatoriano Rafael Correa, que estuvo de viaje en la isla una semana antes y no pudo ver a Fidel. Pero Cristina Kirchner tuvo más suerte. O Cuba estaba más interesada en hacer un gesto para mostrar el crecimiento del vínculo bilateral. “Lo vi muy bien, estaba de muy buen ánimo”, contó la Presidenta.

La Presidenta tuvo una primera noticia de Fidel el martes a la noche, cuando a través de un hijo suyo el líder cubano le envió una carta en la que elogiaba la exposición que había realizado esa misma tarde en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, cuando habló de la integración regional y del acercamiento de la isla con los países de América latina. Ayer, después de que Cristina Kirchner visitara la Escuela Latinoamericana de Medicina –donde estudian jóvenes de todo el continente–, el hijo de Fidel Castro la pasó a buscar para llevarla con su padre. No se sabe dónde se realizó el encuentro, pero sí que Fidel, como en sus últimas apariciones públicas, tenía puesto un jogging.

La visita de la Presidenta a Cuba y la situación en ambos países fueron temas obligados. Según reveló la propia Presidenta, Fidel le contó que el martes siguió atentamente por televisión la asunción de Obama a la presidencia de los Estados Unidos. De hecho, ése fue el primer tema que abordaron. “Me dijo, con esa forma con la que Fidel suele hablar, con mucha pasión, con mucha convicción, me dijo: ‘Es un hombre sincero, cree absolutamente en todo lo que está diciendo, tiene muy buenas ideas y muy buena historia’”, reveló Cristina Kirchner. También le dijo: “Ojalá que lo pueda hacer, o lo dejen hacer” a Obama.

En Cuba hay expectativas sobre la promesa del demócrata de flexibilizar los viajes y el envío de remesas a la isla y lo que esto pueda significar como un primer paso para el levantamiento del bloqueo económico. El martes, Cristina Kirchner, en el discurso que elogió Fidel, manifestó que la habían entusiasmado algunas definiciones del flamante presidente norteamericano. Ayer dijo que las reflexiones de Fidel le habían parecido “confirmatorias” de su propia percepción.

El otro tema que se trató en el encuentro fue el calentamiento global. “Fidel siempre ha evidenciado interés en lo científico”, comentó CFK. De hecho, la última publicación de las “Reflexiones del Compañero Fidel” publicada en la edición digital del Granma el 16 de diciembre pasado se titula “La injustificable destrucción del medio ambiente” y trata sobre el daño ambiental producido por el sistema capitalista.

La entrevista entre Cristina Kirchner y Fidel se produjo también en momentos en que mucho se ha especulado sobre la gravedad del estado de salud del líder cubano. Algunos hechos que contribuyeron a alimentar los rumores fueron la ausencia desde hace más de un mes de las reflexiones del Fidel en el Granma y el escueto mensaje que envió al pueblo cubano el 1º de enero pasado, cuando se cumplieron los 50 años de la revolución. Que Correa y el presidente panameño Martín Torrijos se hayan ido de la isla sin verlo incrementó las sospechas, sobre todo las provenientes de Miami. Y luego estuvieron las palabras del presidente venezolano Hugo Chávez: “Sabemos ya que el Fidel aquel que recorría calles y pueblos con su estampa de guerrero, con su uniforme, y abrazando a la gente ya no volverá. Quedará en el recuerdo. Porque Fidel va a vivir, como está vivo, y vivirá siempre, más allá de la vida física. Y debe vivir, él lo sabe, años. Te necesitamos todavía”. Días después, ante la ola cada vez más grande de versiones que llegaban hasta afirmar que el líder cubano se había muerto, Chávez se refirió al tema en un encuentro de mujeres. “Está vivito y coleando”, aclaró. Ayer la Presidenta lo comprobó en persona.

Fidel se alejó provisoriamente de la conducción de la isla en julio de 2006 y definitivamente en febrero de 2008, cuando delegó el poder en su hermano Raúl. Pero sigue haciendo su aporte. “Es al único consultor al que hay que hacerle caso”, les dijo el presidente cubano, un poco en serio y un poco en broma, a los integrantes de la comitiva oficial que se quedaron de sobremesa durante la cena del lunes.

Antes de salir hacia Caracas, donde hoy se reunirá con Chávez, la Presidenta afirmó: “Fue un día especial y fue una forma especial de terminar mi visita a Cuba”.