En las iglesias católicas, obispos y comisiones de la Pastoral Social saludaron el día de San José Obrero con misas para pedir que “todos tengan trabajos reconocidos y bien remunerados”, además de reclamar medidas de contención para “frenar la aceleración del desempleo y la incertidumbre laboral” derivada de la crisis económica mundial. “Las dificultades que tenemos son serias, pero esta preocupación tiene que llevarnos a buscar cómo consolidar fuertemente el trabajo”, dijo el arzobispo Mario Maulión, en una misa en la catedral de Paraná.