Jueves, 25 de junio de 2009 | Hoy
EL PAíS › LAS ELECCIONES EN CóRDOBA DETERMINARáN EL ORDEN DE PARTIDA DE LA CARRERA A LA GOBERNACIóN
El favorito entre los candidatos a senador es Luis Juez. Su objetivo es llegar al gobierno de la provincia dentro de dos años. Sus principales rivales son el peronista Eduardo Mondino, el kirchnerista Eduardo Accastello y el radical Ramón Mestre.
Por Hugo Martoccia
El próximo domingo se definirá en Córdoba la grilla de largada para las elecciones a gobernador de 2011. Entre los cuatro candidatos de punta, hay tres que quieren la gobernación dentro de dos años y el restante pretende la intendencia de la capital provincial. A cuatro días de la votación, sólo quedan en pie dos incógnitas: de qué magnitud será el triunfo que todos dicen que obtendrá Luis Juez y cuál será la fuerza política que se quedará con el segundo lugar. Sería una sorpresa mayúscula que Juez perdiera o ganara por estrecho margen; en caso de que eso ocurriera, todo el mapa político cordobés cambiaría de la noche a la mañana.
El resultado de la elección en Córdoba no tiene, como sucede en otros grandes distritos, la capacidad de ungir o no a un presidenciable. Los principales rivales de Juez son el concejal Ramón Mestre, de la UCR; el ex defensor del Pueblo de la Nación Eduardo Mondino, quien será el candidato a senador por el peronismo que responde al gobernador Juan Schiaretti y se presenta con el nombre Unión por Córdoba (UPC), y el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, candidato a senador por el Frente para la Victoria.
Juez, ex intendente de Córdoba entre 2003 y 2007, encabeza la lista de candidatos a senadores del Frente Cívico, acompañado por la periodista Norma Morandini. Como candidato a diputado nacional va Gumersindo Alonso, ex secretario de Agricultura del gobierno de Carlos Menem.
El ex intendente cordobés fue candidato a gobernador en septiembre de 2007, cuando perdió por un estrecho margen ante Schiaretti y denunció un masivo fraude orquestado por el gobierno del entonces gobernador José Manuel de la Sota, para robarle la elección. En aquella ocasión, Juez logró el 36 por ciento de los votos. Por ese motivo, ha dicho puertas adentro y puertas afuera de su partido que necesita superar ampliamente el 40 por ciento de los votos este domingo, para establecer la certeza de que su llegada a la gobernación es sólo una cuestión de tiempo.
Entre las encuestas que se han difundido, la mayoría desde los propios partidos políticos, Juez tendría una distancia de entre tres y quince puntos con su más inmediato seguidor, aunque en los últimos días sus adversarios aseguran que la distancia se ha acortado considerablemente.
Uno de los aspectos que estaría generando cierto desencanto con su figura es el conflicto de los empleados municipales con el actual intendente, Daniel Giacomino, que ha tenido a maltraer a la ciudad entre marchas, manifestaciones y cierre de oficinas públicas. Giacomino fue vice de Juez y llegó al poder de la mano del Frente Cívico, pero la relación entre ellos se enfrió, primero, y luego se cortó definitivamente, cuando el actual intendente declaró públicamente que era “un soldado” de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Enfrentado con su antecesor, Giacomino decidió días atrás recortar las horas extras a los empleados públicos, lo que generó fuertes réplicas desde el sindicato. Los críticos de Juez dicen que el recorte de horas extra obedece a que es imposible pagarlas y recuerda que fueron implementadas durante la gestión juecista.
Al ex intendente se lo acusa de haber ingresado a 4500 personas a la municipalidad, para asentar ahí una estructura política propia que ha puesto en jaque financieramente al actual gobierno. Juez replica y dice que todo es una maniobra del kirchnerismo y su aliado local, Giacomino, para restarle votos. Los candidatos que están intentando capitalizar este conflicto son Eduardo Mondino y Ramón Mestre, hijo del ex gobernador de Córdoba del mismo nombre.
Durante la campaña, que imagina como el puntapié inicial de un recorrido político electoral que lo llevaría tarde o temprano a la gobernación, Mondino ha querido instalarse como el gran rival de Juez, y a la vez ha mantenido una postura crítica al gobierno nacional. El peso principal de esa campaña, sin embargo, está sobre las espaldas del gobernador Schiaretti. No bien iniciado el proceso electoral, el mandatario comenzó a esgrimir un discurso antikirchnerista que no había utilizado ni en el punto más alto del conflicto con el campo.
Sus detractores dicen que tanto el nombre de Mondino para encabezar las listas como las palabras del gobernador no son más que una estrategia electoral dictada por la necesidad de no dejarse ganar en los bastiones del peronismo local, que están justamente en la zona agropecuaria de la provincia, fuertemente antikirchnerista. El 29 de junio, aseguran esos mismos detractores, cualquier legislador actual o futuro que responda al gobernador engrosará los números del kirchnerismo en el Congreso.
El caso de Mestre parece diferente. El hijo del ex gobernador se sumó a esa suerte de renacimiento que tuvo el radicalismo luego del fallecimiento de Raúl Alfonsín y ha centrado su estrategia en quedar claramente segundo y con expectativas de ser primero en la ciudad de Córdoba, para construir su candidatura a intendente. Hasta ahora, las encuestas sostienen esa estrategia.
El kirchnerismo, por su parte, se juega en Córdoba otro de sus partidos difíciles. El intendente de Villa María, Eduardo Accastello, podría quedar en cuarto lugar en las elecciones, confirmando lo difícil que es para el gobierno nacional hacer pie en esta provincia.
El Frente para la Victoria hizo un amplio armado electoral, que incluyó en la lista a la líder de la UEPC local, Carmen Nebreda, como candidata a diputada, y también a una hija de la concejal Olga Riutort, ex esposa de José Manuel de la Sota y uno de los más fuertes referentes del peronismo capitalino, como acompañante de fórmula de Accastello. Según las palabras que el propio Schiaretti pronunció el pasado fin de semana en San Francisco, esa estrategia estaría armada sólo para hacerlo perder. “Lo que quiere el kirchnerismo es que pierda Reutemann en Santa Fe y nosotros en Córdoba –dijo el gobernador–. A ellos no les interesa ganar las elecciones y por eso armaron las listas.”
Accastello se anota entre los que ven un casi seguro triunfo de Luis Juez. En recientes declaraciones, vaticinó que los cordobeses votarán a Juez. “La gente entiende que le debe una por toda la crisis de aparente deslegitimación que tuvo en la elección provincial, la gente siente que le debe una porque no estuvo claro si le robaron o no la elección”, dijo.
Aun así vaticinó que “la victoria va a ser ajustada” para el ex intendente. “Estaba en 50 puntos y ahora se habla de 28 o 30 puntos, ha perdido 20 puntos, la victoria va a ser ajustada y eso marca que Juez no va a ser el próximo gobernador”, completó.
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