En Unión-PRO pasaron de las críticas a una actitud positiva y descontracturada, propia de una derecha cool. Francisco de Narváez consideró que “es un paso gigante para adelante” el llamado al diálogo del oficialismo, aunque volvió a reclamar “una agenda amplia”. El diputado-empresario tomó distancia de la posición intransigente de Elisa Carrió, luego de que hiciera lo propio su aliado Mauricio Macri. De Narváez se refirió, además, a la situación internacional: “Lo de Honduras es una advertencia para la región. ¿Qué generó la situación? Que (el presidente hondureño Manuel) Zelaya quería modificar la Constitución para permitir la reelección indefinida”, trazó una comparación con el gobierno argentino, por la que recibió críticas (ver recuadro).

“Sin duda alguna, es muy positivo, en buena hora. Podría haber sido antes, pero no lloremos sobre leche derramada”, sostuvo De Narváez, quien esquivó una pregunta sobre Carrió. “Son posturas. Nosotros no hemos tenido posiciones irreductibles. Y lejos de tener una posición triunfalista, que por ahí tendríamos el derecho, pero no debemos hacerlo, en realidad creemos que ahora todos tenemos que poner el hombro, ir resolviendo los problemas, de ninguna manera marcar posiciones irreductibles”, insistió. Al principio de la semana, había cuestionado la convocatoria y había señalado que lo prioritario era “lo social” y sostuvo (en un proyecto de ley sobre la reducción del IVA a la canasta básica) que en abril hubo 60 mil despidos y otras 30 mil suspensiones.

Sobre el ex presidente Néstor Kirchner –del que había dicho: “Lo imagino preso”– aseguró que se le acercará cuando asuma en diciembre: “Me voy a arrimar a él y darle la mano. Lo voy a saludar y lo voy a invitar a ese debate permanente que debe ser ante el público, frente a las cámaras”, aseguró el empresario de medios. Así se sumó a la buena onda de Macri, quien insistió en que tiene “buena predisposición al diálogo, porque somos adversarios, no enemigos, y todos queremos que a la gente le vaya bien”.

Los dirigentes de Unión-PRO todavía no fueron convocados. El jefe de Gobierno tiene su propia agenda de reclamos municipales para hacerle al oficialismo, que se centra en las transferencias a la gestión PRO de la policía con fondos, el puerto, los terrenos del Onabe, la emisión de deuda con el Banco Mundial, entre otros. El líder de PRO, sin embargo, sostuvo que los reclamos serán “en cuanto a la necesidad de hacer inversiones muy importantes en lo social”.

En tanto, De Narváez también se refirió al golpe de Estado en Honduras en una entrevista televisiva. “No estoy de acuerdo con lo que pasó, pero ¿qué estaba generando la situación? La intención de Zelaya de cambiar la Constitución para poner la reelección indefinida. Esto lo vivimos acá en Misiones y, por suerte, se paró”, sostuvo el diputado opositor. “En Honduras se están discutiendo excepciones de las excepciones. Desde la presidencia de Honduras se intentó la reelección indefinida y hubo una rebelión frente a eso. Más allá de lo que sucedió, es un mensaje para toda la región”, interpretó.

–¿Esto es lo primero que hay que decir, cuando hubo un golpe de Estado? –le preguntó Marcelo Zlotogwiazda, uno de los periodistas que lo entrevistaban por televisión.

–Lo primero que hay que decir es que Honduras tiene 82 por ciento de pobreza –contestó De Narváez–. Ese golpe de Estado tiene un argumento que yo no comparto, pero cuando vos mirás la secuencia de las cosas ves que el Estado estaba tratando de modificar la Constitución. Y yo digo para mi país: tenemos que vivir treinta años sin modificar las leyes, tenemos que cumplir la Constitución.

La Constitución argentina le impide a De Narváez ser candidato a presidente, dado que nació en Colombia, aunque trascendió que el empresario tiene un equipo de abogados trabajando en el tema, con miras a 2015. Cuando le preguntaron por sus ambiciones presidenciales, se sonrió y respondió: “Paso a paso, ya lo dijo Mostaza”.