Dos pericias genéticas realizadas en Argentina y en España determinaron que los restos hallados en 2005 en un cementerio de la localidad de Vichadero, Uruguay, no pertenecen a María Claudia García Irureta Goyena de Gelman, madre de Macarena Gelman y nuera del poeta Juan Gelman. Los estudios fueron ordenados por el juez penal uruguayo Pedro Salazar luego de que el Instituto Médico Forense de Uruguay dictaminara que existía “un noventa por ciento de certeza” de que los restos óseos analizados se correspondían con las fotografías de la joven, que fue secuestrada en la Argentina y trasladada a Montevideo, donde dio a luz a Macarena y fue asesinada. En los próximos días el equipo de antropología forense de la Universidad de la República iniciará tareas de desmalezamento, paso previo a las excavaciones, en el predio del Batallón 14, en Toledo, donde se sospecha podría haber restos de desaparecidos.

En octubre del año pasado el diario El Observador publicó el resultado del estudio antropomórfico que desató la polémica, realizado por el antropólogo Horacio Solla, del Instituto Médico Forense, sobre restos encontrados en el cementerio de Vichadero, departamento de Rivera, quinientos kilómetros al norte de Montevideo. “Desconozco el grado de confiabilidad del procedimiento utilizado, protocolo y contexto en el cual fueron analizados los restos de los cuales se habla, ni qué respaldo posee la pericia presentada”, explicó mediante un comunicado Macarena Gelman, quien por orden del juez Salazar suministró entonces muestras de sangre para realizar los análisis genéticos.

La joven no ocultó su “profundo malestar y preocupación por el manejo imprudente y apresurado de tan delicada información –más allá de que sea finalmente confirmada o desestimada– sin tener en cuenta la repercusión que ello acarrea a nivel personal y emocional, tanto de mí misma como de gente que me quiere o sencillamente se solidariza con la búsqueda”. “Faltan las instancias de verificación pertinentes, como lo son las pruebas genéticas que se deben practicar y la única forma –para mí– aceptable en este caso de confirmar dicha hipótesis”, agregó.

Los estudios fueron encomendados por el juez Salazar al Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, y por la familia Gelman al Laboratorio Lidmo, de Córdoba, y ayer la Suprema Corte de Justicia de Uruguay difundió los resultados mediante un comunicado. Tanto el informe remitido por el médico español José Lorente Acosta como el del argentino Carlos María Vullo sostienen que las muestras extraídas y comparadas con Macarena Gelman “no son coincidentes” y, como consecuencia, “se rechaza la hipótesis de que ambas muestras pertenezcan a la misma línea materna”.

María Claudia García fue secuestrada en Buenos Aires el 24 de agosto de 1976 junto a su esposo, Marcelo Ariel Gelman. Tenía 19 años y estaba embarazada de ocho meses. Marcelo fue ejecutado y su cuerpo fue encontrado, en el fondo de un río, adentro de un tambor de doscientos litros lleno de cemento. Su mujer fue trasladada en forma clandestina desde el centro clandestino Automotores Orletti, en el barrio de Flores, hasta Montevideo. Antes de ser asesinada dio a luz a Macarena, que fue entregada a un alto jefe policial, el comisario Angel Tauriño, quien la inscribió como hija propia. Investigaciones realizadas por Gelman, su esposa Mara La Madrid y el periodista uruguayo Gabriel Mazzarovich concluyeron en noviembre de 1999 con el hallazgo de Macarena, la beba arrebatada veintitrés años antes a su madre.