El ex presidente de facto Jorge Rafael Videla podría ser juzgado por sus crímenes en la ciudad de Nuremberg, al sur de Alemania, donde fueron juzgados al final de la Segunda Guerra Mundial los jerarcas nazis responsables del Holocausto. La Justicia alemana retomó una investigación por la muerte de un ciudadano de esa nacionalidad durante la última dictadura que había sido abierta durante la década del ’90 y se paralizó en 2005, cuando tribunales argentinos rechazaron un pedido de extradición por el represor.

“La investigación se ha reabierto tras el descubrimiento en Argentina de restos del cadáver de Rolf Stawowoik”, una víctima alemana de la represión ordenada por la Junta Militar, según explicó el portavoz de las autoridades judiciales de Nuremberg, Thomas Koch. De esta forma se confirma lo que ya había anticipado el diario Nachrichten, de esa ciudad, que también anticipó que el Tribunal de Derechos Humanos pondrá en marcha una nueva orden de arresto contra Videla.

El caso estaba estancado en la Justicia germana porque nunca se había hallado el cuerpo de Stawowoik. “No teníamos cadáver –amplió el portavoz Koch–, por eso no podíamos estar seguros de que había sido víctima del delito de asesinato”. Según trascendió, las pesquisas preliminares sobre el cuerpo indicarían que la víctima fue fusilada. A partir de estas pruebas, los tribunales de Nuremberg buscarán probar que Stawowiok fue “víctima de un asesinato” dentro del marco del plan represivo de la dictadura.

El cuerpo de Stawowoik había sido enterrado como NN (sin identidad) en una fosa común en la sección 31, letra “K”, sepultura 110 del cementerio de Lomas de Zamora, el 14 de marzo de 1978, junto a otras cuatro personas jóvenes. La causa de muerte registrada fue “shock traumático agudo, por herida de bala”. En agosto de 2004 el Equipo Argentino de Antropología Forense realizó la exhumación de la sepultura y recuperó los cinco cuerpos. Finalmente, en abril de este año, las técnicas genéticas y antropológicas permitieron identificar a tres de las víctimas, entre ellas el alemán. Otro de los cuerpos pertenecía a Laura Feldman, “Penny”, secuestrada y asesinada a los 18 años, que recién este año pudo tener su sepelio. Stawowoik fue secuestrado por un grupo de tareas de la dictadura el 21 de febrero de 1978. En ese entonces tenía 20 años, había egresado con el título de Técnico Químico del colegio Otto Krauss y militaba en la Juventud Peronista.

Videla fue el primer presidente de facto de la última dictadura, el que más tiempo permaneció en el cargo y durante su mandato se vivió la época más cruda del terrorismo de Estado. Fue condenado a cadena perpetua por sus crímenes durante los juicios a las juntas, en 1985. Fue indultado por el ex presidente Carlos Menem seis años más tarde, y estuvo en libertad hasta que comenzaron a abrirse causas consideradas de lesa humanidad y que no habían sido juzgadas por el juicio del ’85, como las que investigaban el robo de bebés. Más tarde, la anulación del indulto y de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida permitieron reabrir viejas causas archivadas. El mes pasado, el procurador general adjunto dio un paso más para acabar con la impunidad y aconsejó a la Corte Suprema que se debería decretar la inconstitucionalidad de los decretos que favorecieron a Videla y al almirante Emilio Massera: ahora falta que se pronuncie el máximo tribunal.